Perderse por las calles de una ciudad cuando estás de visita puede ser toda una experiencia para conocer de primera mano su vida y cultura local. Y eso es justamente a lo que invita la mágica San Miguel de Allende.

Esta bella ciudad en el estado de Guanajuato, en el centro de México, es conocida por su historia y por su encanto. Calles coloniales llenas de colores y artesanías abrazan a los viajeros que pasean por sus rincones.

La Parroquia de San Miguel Arcángel impresiona por sus torres que perfilan la ciudad, se impone sobre la plaza principal y exhibe su estilo neogótico.

Pero, además de esta parroquia, en San Miguel de Allende también puedes visitar otros templos bellísimos, como el Templo de la Inmaculada Concepción, el Templo de Nuestra Señora de la Salud, el Oratorio de San Felipe Neri y el Templo de San Francisco.

Además de la riqueza arquitectónica de sus iglesias, San Miguel de Allende tiene múltiples plazas y jardines en los que se reúnen residentes y visitantes, por los cuales se celebra la reconocida alborada del patrono de la ciudad y donde se encuentra gran parte de la vida local.

En la Plaza Principal se ubica la Parroquia de San Miguel Arcángel, pero también puedes visitar otros espacios como la Plaza Cívica, el Jardín Principal, el Parque Benito Suárez y la Plaza de la Conspiración.

Y definitivamente no puedes irte de San Miguel de Allende sin probar la típica gastronomía local, ya sea que quieres ir a un restaurante elegante o picotear en distintos lugares mientras caminas por el centro.

Recuerda que San Miguel de Allende fue reconocida en 2008 como Patrimonio de la Humanidad, pero la gastronomía nacional no se queda atrás: desde 2010, la cocina tradicional mexicana es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco.

Fuente: CNN en español.