El Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) es un hombre que se ha empeñado en atacar el quehacer científico, y el primer Presidente de la historia en México que persigue a los científicos, no porque sean corruptos sino porque su esencia es oscurantista.

AMLO, decidió extinguir 65 fideicomisos con los que se apoyaba el avance y la independencia científica de nuestro país, 22 mil millones de pesos que fueron regresados a la Tesorería de la Federación, en una acción que nunca se justificó.

Tal lo considera Gustavo de Hoyos Walther, uno de los más importantes líderes empresariales, quien entre otros cargos ha sido presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) así lo dice:

“El Presidente López Obrador es el primero, quizá en la historia de México, en reprender a los científicos por ser científicos. Es decir, no porque sean corruptos, aunque eso piensa. Ni porque no trabajan, aunque también los ha acusado de eso”.

“En varios de sus discursos y conferencias matutinas, López Obrador ha atacado el quehacer científico en sí mismo. A esto solo se le puede llamar oscurantismo. El problema es que también ha llevado esta idea a la práctica. Lejos están aquellos días en que voces progresistas aliadas a López Obrador hablaban de aumentar el presupuesto a la investigación científica y el desarrollo tecnológico”.

“Así, el 6 de noviembre del 2020” –en plena Pandemia—“el gobierno decidió extinguir 65 fideicomisos de apoyo a la ciencia. Casi 22 millones de pesos fueron regresados a la Tesorería de la Federación en una acción que nunca se justificó”.

“Resulta contradictorio, al grado del insulto, que mientras muchos científicos y profesores de educación superior vivan de manera muy estrecha, al Presidente y su gobierno les parezca buena idea transferir miles de millones de pesos a la Federación, que seguramente está utilizando estos recursos de manera discrecional”.

LA CEREZA EN EL PASTEL OSCURANTISTA

Hoy en día, la cereza en el pastel oscurantista es la Ley General en Materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación que el Jefe del Ejecutivo presentó recientemente al Congreso de la Unión para su aprobación. En la Ley se plantea un cambio de nombre del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología por el de Sistema Nacional de Humanidades, Ciencias, Tecnología e Innovación. Este órgano tendría una nueva gobernabilidad diferente a la del CONACYT, que era incluyente y participativa”.

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