Por BLAS A. BUENDÍA

Los jueces familiares del Poder Judicial de la Ciudad de México, que encabeza el magistrado Rafael Guerra Álvarez, aplican herramientas de la psicología, la psiquiatría, el trabajo social e incluso la criminalística, que son ciencias que estudian el comportamiento humano, para generar cambios positivos para el bienestar de las personas que son parte de un juicio.

La jueza 27 Familiar del órgano judicial capitalino, María Luisa Vázquez Cerón, dijo también que se trata de una justicia terapéutica mediante la cual si se atienden aspectos relativos a la salud mental en el procedimiento familiar, la forma en que se recibe la sentencia o la legitimación del impartidor de justicia es distinta.

Enfatizó que un juicio familiar implica que puedan suceder muchas cosas que afecten las emociones de las partes, tanto de los adultos como de los menores de edad, y que las conductas adoptadas por los jueces o cualquier integrante de un tribunal serán cruciales para llevar el proceso con una perspectiva adecuada para los justiciables.

Mencionó que, en los asuntos de guarda y custodia de menores de edad, además de lo estipulado por la norma jurídica, se tiene que contribuir, desde su papel de jueces, a partir de la visión de la justicia terapéutica.

“Tratar de contribuir con nuestra actuación, por ejemplo, con las pláticas con menores de edad, donde hablamos con niñas, niños, adolescentes, y en donde la forma en que nosotros actuemos dentro de esas diligencias pues es determinante”, comentó.

Vázquez Cerón precisó que hay asuntos donde hay violencia, otros donde encuentran los juzgadores afectación en los menores de edad ocasionada por el abandono de uno de los progenitores o por las discusiones que se generan en el entorno familiar.

“Esta parte es fundamental, porque el juzgador tiene oportunidad de que, en este tipo de diligencias, intervenga, se platique con las partes, se escuche, se observe el bienestar de la niñez, de los menores de edad; es primordial, y, bueno, que nuestro actuar tenga un impacto dentro de esas diligencias, que es la parte que nos corresponde”, planteó.

En vísperas del Día Internacional de la Mujer, a celebrarse el próximo 8 de marzo, refirió que también afrontan el aspecto de las mujeres que viven violencia, donde los juzgadores tienen la posibilidad de interactuar con las partes, e incluso dictar medidas de protección para evitar que ésta continúe contra ellas y sus hijas e hijos.

La función judicial así, dijo, adquiere un valor práctico y funcional que realmente impacte, “que nos dé un resultado, porque debemos generar un bienestar general para las personas, aunque indudablemente es un tema difícil porque la temática de salud mental, y más que nada la política pública de salud mental en México está en crecimiento”.

Reportero Free Lance *

Premio México de Periodismo Ricardo Flores Magón-2021

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