La democracia está en crisis en el mundo porque los gobiernos de muchos países hacen todo lo posible por perpetuarse en el poder independientemente de la voluntad de los ciudadanos que hacen todo lo posible para que no esté reemplazado por el voto del electorado.
Así lo señaló el politólogo Adam Jan Przeworski, profesor emérito de la Universidad de Nueva York, en conferencia magistral titulada Declive y Erosión de la Democracia, que se efectuó en el auditorio del Instituto Nacional Electoral (INE).
Sin citar directamente a México por su nombre, el conferencista hizo notar lo que acontece en nuestro país, así lo dijo: “Lo que pasa acá es muy difícil de parar, muy difícil de contrarrestar. El gobierno hace algo que es legal y más que esto, lo defienden con idioma democrático, es solamente ex post, cuando se materializan las consecuencias de ese paso, que uno ve que se debilita la democracia, que el gobierno aumento la discreción en toma de decisiones políticas, que aumentó su ventaja electoral”.
“Las consecuencias se acumulan y ¿qué pasa? Que pasa que de repente, nos encontramos en la situación en la cual es casi imposible desplazar este gobierno por la vía electoral. Fíjense, estos gobiernos han ganado varias elecciones, digo, cuatro en…, tres en Polonia, tres Hungría, dos en Polonia, dos en India, acumula bandaje electoral, se hace impermeable, independiente de la distribución de voto, de preferencias en realidad, y hacen lo que quieren.
“Y yo creo que, lo que pasa en esta situación es que se arma una polarización muy fuerte. Es decir, la gente en realidad se divide en lo que apoyan el gobierno incondicionalmente, y que se oponen al gobierno incondicionalmente”.
SOLUCIONES FÁCILES A PROBLEMAS COMPLEJOS
Por su parte la consejera Beatriz Claudia Zavala Pérez, manifestó que las democracias enfrentan importantes desafíos que no necesariamente son nuevos como la polarización, la infondemia y las estrategias de manipulación con información falsa; la recurrente crisis del modelo representativo; el sobredimensionamiento de la democracia como herramienta para solucionar todos los problemas, incluidos los económicos y sociales; la proliferación de gobiernos y liderazgos fuertes que, frente a las insuficiencias, errores y excesos de los distintos gobiernos y partidos políticos, prometen u ofrecen soluciones fáciles a problemas complejos.