Aunque el Ejecutivo Federal en la voz del secretario de Gobernación Adán Augusto López, protestó, el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) Javier Laynez, ordenó la suspensión por tiempo indefinido de los efectos legales del Plan B de Reforma Electoral, hasta en tanto el Pleno de la Corte no resuelva este asunto.
Con esta decisión, el Instituto Nacional Electoral (INE) permanece intacto, por lo que ahora el asalto del árbitro electoral lo harán las huestes morenistas a través de la renovación del Consejero Presidente, para desde ahí impulsar en los hechos los cambios que el presidente Andrés Manuel López Obrador, quiere imponer a como dé lugar.
De este modo el INE continuará sus operaciones tal y como lo hiciera hasta antes de que se promulgara como ley, el paquete de reformas a leyes secundarias de la Ley de Instituciones y Procedimientos Electorales, conocido como Plan B, porque al partido MORENA no le alcanzaron los votos para efectuar los cambios constitucionales que pretendieron imponer desde un principio.
La aprobación del Plan B de Reforma Electoral fue tan burda por parte de la mayoría morenista del Poder Legislativo, que ni siquiera guardaron los tiempos ni las formas del debido proceso, por lo cual el Pleno de la SCJN ni siquiera tendrá que pronunciarse en señalar las violaciones constitucionales que se notan a simple vista, bastará con señalar que no se cumplió con el debido proceso para invalidar conforme a Derecho, esta nueva ley y mandarla al basurero de la historia.
Si el Pleno de la Corte se pronunciara antes del receso judicial que inicia el 15 de julio, se sabrá el resultado antes de que inicie el proceso electoral en noviembre de 2024, pero si lo hace después tan solo por los tiempos legales, los comicios del año próximo tendrán que hacerse con las actuales reglas de juego, lo que complicaría y mucho, las aspiraciones de continuidad de la llamada Cuarta Transformación de la República, toda vez que con el resultado que desde ahora vislumbran las encuestadoras más serias, el partido MORENA ya no tendría mayoría en el Congreso, aunque quizá pudiera retener la Presidencia de la República.
Lo único cierto es que el único voto seguro con el que cuenta el gobierno de la Cuarta Transformación en la Suprema Corte para validar el Plan B, es el de la ministra Yasmín Esquivel Mossa, siempre y cuando la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) no le invalide su título de Licenciada en Derecho, por plagio de tesis.
Esta y no otra es la razón por la cual el Presidente de la República incrementó sus ataques contra la ministra Norma Lucía Piña Hernández, presidenta de la SCJN , pero el resultado fue contraproducente porque esta fue bastante clara al advertir antes de cualquier pronunciamiento oficial al respecto, que con la aplicación de la ley en forma consciente y apegada al Derecho, se frenan los abusos del poder, así o más claro señor Presidente.
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