El Banco de México (Banxico) asegura que el sistema financiero mexicano mantiene una sólida posición, en particular la banca múltiple, que cuenta con niveles de capital y de liquidez que exceden con holgura los mínimos regulatorios, pero que, sin embargo a la vez enfrenta un entorno más complejo e incierto, caracterizado por elevados niveles de inflación, deterioro en las perspectivas de crecimiento y un estrangulamiento de las condiciones financieras a nivel global, así como riesgos de estabilidad financiera en los países avanzados.

En su resumen ejecutivo del Reporte de Estabilidad Financiera, el Banco Central indica que durante 2022 la actividad económica ha continuado en proceso de recuperación y al tercer trimestre del año el Producto Interno Bruto (PIB) se ubicaba ya en niveles similares a los del cuarto trimestre de 2019, esto es niveles previos a los de la emergencia sanitaria de marzo de 2020.

Advierte que en un entorno con niveles elevados de inflación, de menores expectativas de crecimiento, de mayor incertidumbre sobre la evolución de las condiciones financieras globales y de tensiones geopolíticas, será relevante dar seguimiento a la evolución del sistema financiero ya que el otorgamiento del crédito continúa sin registrar una reactivación robusta y generalizada que pueda acompañar e impulsar el crecimiento económico.

Añade que los mercados financieros internacionales también se han visto afectados por dicho entorno, así como por episodios de elevada volatilidad y mayor riesgo, en conjunto con un significativo apretamiento de las condiciones financieras derivadas de una aceleración en el proceso de ajuste de la política monetaria de los principales bancos centrales en respuesta a lecturas de niveles de inflación persistentemente elevados e incrementos en sus expectativas.

*Afectadas particularmente las economías emergentes.

En dicho resumen, el Banco de México señala que los mercados financieros de las economías emergentes han resultado particularmente afectados por este entorno de volatilidad e inflación, por lo cual las divisas de esos países han mostrado un desarrollo negativo.

En este difícil entorno el peso mexicano se ha mantenido firme ante tales embates y como la única divisa de este entorno que ha mostrado una apreciación en el periodo, comportamiento que obedece, entre otros, a los siguientes factores: el diferencial de tasas de interés frente a otras economías, la prudente conducción de las políticas económica, fiscal, monetaria y el equilibrio de las cuentas con el exterior.