*Es recomendable evitar trajes de baño húmedos por largos periodos, dice Carmen Celeste Rosas Guerra
Por Redacción EV
Diarrea, infecciones en el oído, salpullidos y conjuntivitis, son algunas enfermedades que pueden contraerse en albercas y playas durante la Semana Santa, debido a la alta afluencia de vacacionistas y las altas temperaturas, según informes revelados en México este 14 de abril de 2025 por la farmacéutica alemana Merck.
“Las infecciones en piscinas y playas son más comunes de lo que pensamos, por lo que es importante prestar mayor atención, principalmente en niños y mujeres, siendo ellas quienes entre un 40 y el 50 por ciento tendrán al menos una infección urinaria en algún momento de su vida. Es recomendable evitar trajes de baño húmedos por largos periodos, ya que con el calor crea un ambiente ideal para bacterias y hongos”, dijo en un comunicado Carmen Celeste Rosas Guerra, gerente médica de Merck México.
De acuerdo con la firma, con la llegada de la Semana Santa, miles de personas aprovechan el asueto para escapar de la rutina y disfrutar del sol, la arena y el agua. Playas, balnearios y albercas se convierten en los destinos favoritos para familias y grupos de amigos que buscan refrescarse, descansar y relajarse.
«Sin embargo, este aumento en la afluencia de vacacionistas, sumado a las altas temperaturas características de la temporada, eleva también el riesgo de contraer infecciones relacionadas con la exposición al agua y las condiciones higiénicas de estos espacios tales como la cistitis, diarrea, infecciones en el oído, salpullidos y conjuntivitis», resalta la compañía.
Puntualiza que, uno de los problemas más comunes en las afecciones del tracto urinario es la cistitis, una infección que afecta principalmente a las mujeres, aunque también puede desarrollarse en hombres y niños. La bacteria “E. coli”, que generalmente habita en el intestino, es la principal causante de esta afección y puede ingresar al tracto urinario a través del contacto con agua contaminada o por la humedad prolongada en la zona íntima.
«Por otro lado, el calor y el contacto con agua salada o clorada, junto con la exposición prolongada, crean un ambiente ideal para el crecimiento de microorganismos, lo que puede desencadenar infecciones, siendo la otitis otra de las más recurrentes. Esta condición es frecuente en estas temporadas, especialmente en personas que pasan mucho tiempo en contacto con agua, donde el oído es el principal afectado, causando dolor, picazón, enrojecimiento, secreción de un líquido claro o pus, y la sensación de tener el oído tapado», indica Merck.