Nervioso y a la vez furioso porque sus planes electorales no le han resultado como hubiera querido, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) embistió una vez más con todo lo que tiene al Poder Judicial de la Federación para tratar de amedrentar a los impartidores de justicia desde su púlpito mañanero con su discurso de división y odio del cual hizo ya una costumbre, pero le salió el tiro por la culata porque los jueces no se doblegaron.
Además, la tipa que insultó a la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) Norma Lucía Piña Hernández, con un lenguaje soez, propio de la gente de muy baja educación e incoherente actuar, parecía más bien una demente fanática del gobierno de la Cuarta Transformación que una mujer con convicciones y argumentos para debatir,
De nada han servido las amenazas de la Fiscalía General de la República (FGR) de investigar penalmente a jueces y magistrados por supuestos actos de corrupción, porque el Poder Judicial de la Federación se mantiene firme y leal a su presidenta, Norma Lucía Piña Hernández, la cual fue ampliamente ovacionada ayer por las empleadas del Consejo de la Judicatura Federal, con motivo del Día Internacional de la Mujer.
El comportamiento del Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, no corresponde al del abogado de la nación que debería ser sino a un senil súbdito del presidente dispuesto a complacer todos sus caprichos, aunque para ello tenga que torcer la ley.
A la ministra Yasmín Esquivel Mossa, tampoco le ha ido muy bien en su actuar con el máximo tribunal, sus compañeros la toman en cuenta cada vez menos y ella les ha correspondido con la misma moneda, prueba de ello es que arribó al acto de conmemoración del Día Internacional de la Mujer, dos minutos antes de que la ceremonia concluyera.
AMLO CALIFICA COMO GUARDADITOS LOS FIDEICOMISOS DE LA SCJN
En su conferencia matutina, la que francamente se ha convertido en un monólogo, donde solamente les da la palabra a periodistas que para su gobierno no son incómodos, el mandatario aseguró que la SCJN, tiene un guardadito de 20,500 millones de pesos, en un claro intento porque el pueblo sabio descalifique al Poder Judicial de la Federación y aunque amenaza con reformar a este poder, el tiempo se le ha venido encima y todo quedará en habladurías, toda vez que lejos de fortalecerse su Plan B de Reforma Electoral, podría irse a la basura por inconstitucional.
El tiempo pasa, las elecciones del 2024 se acercan y los jueces y magistrados lejos de debilitarse y ceder, han blindado jurídicamente a su presidenta contra cualquier ataque del titular del Poder Ejecutivo Federal.
Debajo de sus togas guardan los amparos que sean necesarios para impedir que López Obrador se salga con la suya, lo que ha enardecido más al mandatario, a quien la cruda realidad le muestra por enésima vez, que sus sueños de emperador terminan siempre por chocar ante el imperio de la Ley.
CARICATURIZAN COMO PELELE AL SECRETARIO DE GOBERNACIÓN
El secretario de Gobernación, Adán Augusto López, francamente se ha visto como un “pelele” del Jefe del Ejecutivo en sus fallidas interlocuciones con los ministros de la Suprema Corte, y así lo caricaturizan los actores de la teleserie “El Privilegio de Mandar”, como un hombre sin iniciativa propia y sin materia gris, que sueña con la candidatura de MORENA para la Presidencia de la República, en las Elecciones de 2024.
La mayoría del articulado del paquete de leyes secundarias choca grotescamente contra lo que dice el artículo 141 Constitucional, y no cabe la menor duda que quienes diseñaron el Plan B de Reforma Electoral, son unos ineptos, que saben de todo menos de jurisprudencia y Derecho Constitucional.
Aunque con presiones y ataques los morenistas han querido torcer la ley, los jueces se mantienen firmes y los ministros que el presidente López Obrador tenía como aliados para sacer adelante su reforma electoral, han cambiado de opinión, excepto la mimistra Yasmín Esquivel Mossa, por las razones que ya todos conocemos.
Es muy probable que antes del 3 de abril en que inician oficialmente las campañas electorales por las gubernaturas del Estado de México y Coahuila, los 11 ministros de la Suprema Corte dicten su veredicto con respecto a las leyes secundarias ya en vigor conocidas como Plan B de Reforma Electoral, ante la imposibilidad de poder contar con los votos suficientes para efectuar reformas de carácter constitucional, de ahí todo el embrollo de la cuestión.
El presidente ha querido pisotear la ley en más de una ocasión, pero sus intentos han sido fallidos al grado de afirmar “a mí no me vengan con el cuento de que la ley es la ley”, sólo que para lo que el presidente AMLO es un cuento, para el Poder Judicial de la Federación es tener la ley en la mano, tan solo basta con leer lo que dicta el artículo 130 Constitucional para darse cuenta lo enorme que tiene en capacidad de respuesta el Poder Judicial y el que jueces y magistrados hayan tomado muy en serio su papel de guardianes de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.