Incapaces de ejercer el mando y la comunicación con la comunidad científica del país, y mostrando una vez más su plena ignorancia en materia científica y tecnológica, la mayoría del Partido MORENA y sus ignorantes aliados, continúan destruyendo instituciones a diestra y siniestra.
Esta vez le tocó al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), para dar paso a otra de las ocurrencias del gobierno de la Cuarta Transformación, el llamado Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías. En suma, otra más de chile, dulce y de manteca, lo que como país nos condena a un eterno subdesarrollo, ni más ni menos, para beneplácito de los enemigos de México.
Con un total de 257 votos a favor, 208 en contra y dos abstenciones, el bodrio de reforma científica aprobado en lo general y en lo particular, fue enviado al Senado de la Republica, para su ratificación.
El nuevo organismo estará integrado por una junta de gobierno en la que estarán representantes de las Secretarías de Agricultura, Bienestar, Infraestructura, Cultura, Economía, Educación, Energía, Hacienda, Defensa Nacional, Marina, Medio Ambiente, Relaciones Exteriores y de Salud. Un Frankestein y no otra cosa y su titular será designado por el Ejecutivo Federal.
Con la iniciativa de marras, el Gobierno Federal demuestra una vez más su ignorancia en materia de ciencia y tecnología, desconoce el rigor científico que se requiere para avanzar en un campo tan rígido como es la ciencia, donde cada proyecto que se emprende tiene que estar científicamente comprobado, toda vez que un Consejo de Ciencia no es una dependencia más del gobierno, donde puedan estar de chile dulce y de maneca, sino una institución integrada por científicos nivel III, que marque pautas en el mundo y no dependa de lo que otros desarrollen o piensen.
México renuncia a la independencia tecnológica
Con la desaparición del CONACYT, México ha decidido renunciar a la independencia científica y tecnológica, lo cual resulta una lástima y un grave retroceso en la materia condenándose asimismo en ser un país en eterno subdesarrollo, cuando bien puede ser todo lo contrario, pero para eso se requiere un Presidente con visión de Estado que desafortunadamente hoy en día en México no tenemos.
Como ciudadanos, sólo nos queda ejercer nuestro voto en el 2024 por una opción distinta a MORENA y sus aliados, que nos ofrezca la recuperación de nuestro esquema de salud y el pleno suministro de medicamentos, la recuperación del poder adquisitivo y la creación de empleos.
Por supuesto que se debe mantener e incrementar la pensión universal a los adultos mayores, mediante un fideicomiso que garantice su operación y manejo financiero en el presente y el futuro con el usufructo de obras de uso público que garanticen ingresos suficientes para este fin, como bien pueden ser los peajes por el uso de carreteras o los dividendos que generen las inversiones en energías limpias.