El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), rindió, en conjunto con la familia Bonilla, un homenaje póstumo al actor Héctor Bonilla (1939-2022) en el Palacio de Bellas Artes, donde familiares, colegas, autoridades y amigos reconocieron su invaluable legado en las artes escénicas del país.

este lunes 28 de noviembre, se escuchó un minuto de aplausos y luego otro minuto de silencio para dar inicio a una ceremonia acompañada de anécdotas e historias, pero sobre todo de momentos alegres, pues cada minuto fue dedicado a Héctor Bonilla, hombre alegre, amistoso y justo.

Héctor Bonilla, vacío que deja en esta familia es el vacío también que deja en la comunidad artística y en el pueblo de México. “Tanto lo quisimos, solo lo amansa ese dolor su pacífica partida, rodeada de sus quereres más profundos”.

En una lectura a tres voces. la actriz Sofía Álvarez, esposa de Héctor Bonilla, y sus hijos Sergio y Fernando, compartieron momentos agradables, sus gustos, narraron episodios de la vida cotidiana, artística, de quien reivindicó con su trabajo actoral, social y político muchas de las luchas ciudadanas.

Revivieron las predilecciones que tenía, como su pasión por el futbol, sus equipos afines, el gusto por la comida mexicana, sus lecturas o la música clásica que gustaba al encerrarse en su estudio, rememoraron incluso su filias políticas.

Posteriormente, tomaron la palabra Demián Bichir, Sergio Corona y Damián Alcázar, entre otros actores y actrices quienes compartieron algunos momentos agradables con el maestro, el amigo, el compañero, mientras la fila que amigos, colegas y seguidores realizaron en el Palacio de Bellas Artes para despedir al histrión avanzaba en forma constante.

Desde las 14:30 horas, el Palacio de Bellas Artes recibió a estudiantes de teatro, colegas, admiradores del actor protagonista en cintas como El bulto, de la comedia El diluvio que viene”, o de Coco, para dar el adiós a uno de los grandes de los escenarios.

Rostros tristes que pasaron frente a la monumental fotografía del actor para detenerse ante la urna unos segundos y recordar su voz en algunos de los personajes animados a los que dio vida, como Django en la cinta Ratatouille, Dr. Sid en Final Fantasy, o quizá Oscar y Felipe Rivera, en Coco, entre otras.

La ceremonia concluyó tras el paso de cientos personas y con el video de la canción de su Testamento, carta dedicada a Sofía Álvarez, y a sus tres hijos.