El Gobierno de Turquía declaró al país en estado de emergencia, tras el terremoto de 7.8 Grados Richter que dejó un saldo hasta el momento de 7,200 muertos, uno de los más devastadores  de las últimas décadas.

Un día después de ocurrida la tragedia, la situación sigue siendo desesperada, porque conforme las horas transcurren el número de desaparecidos aumenta y las labores de rescate son obstaculizadas por el inclemente frío invernal.

De acuerdo a información de diversos medios internacionales, el Presidente de Turquía Tayyip Erdogan, reconoció que la situación es dramática y dijo que están llegado personas de todas partes del mundo para ayudar en las tareas de rescate de personas que pudieran haber quedado atrapadas entre los escombros.

Miles de personas quedaron atrapadas entre la nieve y miles de las que alcanzaron a sobrevivir a la tragedia, se quedaron sin casa azotados por el frío, donde se prevé que esta noche rebasará los tres grados bajo cero y por si esto no fuera suficiente decenas de miles más se quedaron sin gas ni electricidad.