El paquete de reformas a leyes secundarias de la Ley de Instituciones y Procedimientos Electorales, conocido como Plan B de Reforma Electoral, ya que el Plan A se estrelló en el Congreso de la Unión porque no le alcanzaron los votos, está a punto de irse al bote dela basura, al igual que su antecesor, pues se ve muy difícil, casi imposible que pueda prosperar porque la Constitución Política de Los Estados Unidos Mexicanos, en su artículo 41 Fracción V del Apartado C marca con toda claridad lo siguiente Los órganos ejecutivos y técnicos dispondrán del personal calificado necesario para prestar el servicio profesional electoral. Una Contraloría General tendrá a su cargo, con autonomía técnica y de gestión, la fiscalización de todos los ingresos y egresos del Instituto. Las disposiciones de la ley electoral y del Estatuto que con base en ella apruebe el Consejo General, regirán las relaciones de trabajo con los servidores del organismo público. Los órganos de vigilancia del padrón electoral se integrarán mayoritariamente por representantes de los partidos políticos nacionales. Las mesas directivas de casilla estarán integradas por ciudadanos”.

Esto quiere decir que para que el Poder Ejecutivo Federal pueda destazar al Instituto Nacional Electoral (INE) en aras de una austeridad mal aplicada y peor entendida, antes se tendría que modificar el artículo 41 Constitucional, por lo que lo más probable es que el Plan B de Reforma Electoral termine en el bote de la basura y MORENA que es el partido oficial tendrá que competir con los otros partidos políticos con las actuales reglas y sin madruguetes, so pena de quedarse sin candidatos y exponerse a millonarias multas, pues mientras Norma Lucía Piña Hernández, permanezca en la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) , durante los próximos cuatro años, la reforma electoral no tiene futuro aunque la aprobaran la mayoría del Partido MORENA y sus aliados en el Senado de la República, que por Ley es la Cámara Revisora de lo que aprueba la Cámara de Diputados.

El mensaje que dio la Ministra Presidenta de la SCJN al Jefe del Ejecutivo y el no ponerse de pie para aplaudir la intervención del Presidente de la República, son claras señales de que la Suprema Corte de Justicia no cederá a presiones vengan de donde vengan, la Ministra no tiene cola que le pisen ni forma de convencerla, pues de todos es sabido que doña Norma, es una mujer de leyes, que ha hecho una larga carrera en el Poder Judicial de la Federación y que llegó por méritos propios al máximo tribunal del país.

Es una mujer que no se dobla, su padre fue figura en el Poder Judicial del Estado de Hidalgo y aunque quedó huérfana de padre a los nueve años, ha mantenido su nombre limpio, al margen de cualquier sospecha, y sí, es verdad que el Presidente Andrés Manuel López Obrador tendrá que conseguirse muy buenos abogados para que sus iniciativas Constitucionales prosperen, de otro nodo no lo logrará y para su colmo de males el tiempo se le viene encima y si bien es cierto que todavía le quedan dos años en el poder, el haber adelantado los tiempos electorales, traerán consigo una cara factura que su partido MORENA habrá de sufragar y él aunque no quiera tendrá que ceder antes de tiempo parte de su poder.

EL CAUDILLO SE APAGA

El caudillo se apaga cual veladora sin parafina conforme transcurre el tiempo y cuando los tiempos electorales que ya casi están encima lleguen, las llamadas corcholatas se despedazarán entre ellos porque ninguno de los cuatro aspirantes que ahora se nombran está dispuesto a ceder ni un centímetro de terreno y aunque su líder moral concluido su sexenio regrese a las calles en pie de lucha, ya no será el mismo, porque el titular del Poder Ejecutivo Federal será otro u otra, ya que por lo visto éste es el sexenio de las mujeres..

Es una lástima que un periódico como La Jornada se doblegue y caricaturice a la Ministra Norma Lucía Piña, como una mercader del Poder Económico en seguimiento fiel a la narrativa del Presidente de la República, sumisión que le está costando lo más preciado que tiene, su credibilidad aunque tal vez eso no le importe y aspire a convertirse en un equivalente al Granma, de la República de Cuba.