Por RAYMUNDO GONZÁLEZ CERVANTES
Víctima de un infarto al miocardio, a la edad de 89 años falleció Irma Consuelo Cielo Serrano Castro, deslumbrante actriz de indomable carácter, política de izquierda, e incansable luchadora por los derechos de las mujeres, la cual intimó con los presidentes de la República de su época dorada, especialmente Luis Echeverría Álvarez y Gustavo Díaz Ordaz.
Irma Serrano, fue una voluptuosa mujer de sorpresivos y atrevidos impulsos que imponía su voluntad frente a quien se le pusiera enfrente y por lo tanto de ella se dicen muchas cosas, entre ellas que practicaba magia negra, que coleccionaba bestias salvajes y capaz de seducir al hombre que eligiera por fuerte y poderoso que fuera y hasta se dice que solía dormir sobre la cama original en la que descansaron Maximiliano de Habsburgo y su esposa Carlota Amalia, la que se supone debería estar en el Alcázar del Castillo de Chapultepec .
Quien esto escribe la conoció en 1994 durante un evento en el Teatro de La Ciudad Esperanza Iris cuando ella aún era muy hermosa y de despampanante figura. Hacía pocas semanas que había tomado protesta como Senadora de la República y se encontraba sentada en primera fila en una de las butacas reservadas a los invitados de honor.
En ese entonces este reportero cubría la fuente financiera para el Diario Novedades, bajo las órdenes de don Antonio Isse Nuñez, pero por circunstancias de la vida fue que nos tocó coincidir en ese evento que para mí fue inolvidable.
Ella lucía un negro vestido de finos tejidos deshilados que llegaban hasta sus rodillas, calzaba zapatillas de igual color con diminutas franjas plateadas y de su cuerpo emanaba el aroma de un fino perfume que resaltaba todavía más su felina belleza. En sus manos portaba como si lo leyera, un pequeño libro que a simple vista parecía su diario íntimo, pues fue una de las primeras personas en llegar.
Quise aprovechar el momento que las circunstancias me ofrecían para entrevistarla en exclusiva; deseaba que me hablara de los errores del entonces presidente de la República, Ernesto Zedillo Ponce de León, de lo mal que estaba conduciendo al país y me le acerqué con esa intención, a sabiendas de que me daría una respuesta fuerte y contundente, que en el diario para el que trabajaba sería nota de Ocho Columnas, consciente de lo explosivo de su carácter y lo fuerte de sus declaraciones, porque en ese entonces las relaciones entre Rómulo O´farrill Jr, y el Mandatario mexicano no eran buenas, sin imaginar lo que la tigresa me haría, y que ninguna de mis entrevistadas me ha hecho jamás.
EL PESO DE UNA ESTRELLA
Irma Serrano accedió amablemente a que la entrevistara y en el momento en que me disponía a accionar mi grabadora para capturar la entrevista, discretamente dejó caer al piso un fino bolígrafo de brillantes y platino que resplandeció al proyectarse suavemente sobre el acolchonado piso de alfombra. Entonces fue que cortésmente me arrodillé para levantar el metálico y rutilante objeto que había caído en medio de dos butacas, cuando de pronto sobre mi cuello sentí el peso de su pantorrilla quedándome inmóvil como una estatua, sin saber qué hacer.
Y cuando al fin después de algunos segundos ella decidió quitar su pantorrilla de mi cuello me incorporé para entregarle su bolígrafo, pero ella nada me dijo, ninguna disculpa por su impetuoso arrojo, solo sonrió ampliamente observándome curiosa y a la vez divertida con su penetrante mirada de esmeralda fulgor como si yo fuera un frágil e inofensivo cervatillo y yo cual si fuera un imbécil, me retiré de su presencia sin saber qué hacer ni qué decirle por lo atrevido de su acción, olvidándome de la entrevista, porque en lo que mi cerebro reaccionaba llegaron más personas a saludarla y francamente no supe cómo actuar ante lo sorpresivo y atrevido de sus impulsos que pude experimentar en carne propia en esa ocasión.
Así fue que conocí en persona a la senadora chiapaneca Irma Consuelo Cielo Serrano Castro, una real y cautivadora experiencia que hasta hoy me atrevo a hacerla pública, después de tantos años, porque forma parte de mis memorias como reportero y la quise compartir con ustedes, amigos de Encuentro Vital, Periodismo Siempre Joven, en esta nota luctuosa con pleno respeto a los familiares y deudos de la fallecida porque fue una experiencia real.
EL PLENO DEL SENADO DE LA REPÚBLICA LE RINDIÓ UN MINUTO DE SILENCIO
Por otra parte, el Pleno del Senado de la República, en su sesión ordinaria, guardó un minuto de silencio en memoria de la ex Senadora, a propuesta de la Senadora por Chiapas Sasil de León Villard.
Irma Serrano inició su carrera política en 1991 como candidata a Senadora por el entonces Partido Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional y en 1994 gracias a su trabajo a favor de los derechos de las mujeres, fue electa Senadora de la República en la LVI Legislatura.
Descanse en paz, la señora Irma Serrano; quienes integramos el equipo de esta plataforma de noticias, expresamos por este conducto nuestras sentidas condolencias a sus amigos, amigas y familiares.