Fuertes tempestades amenazan con entorpecer la toma de protesta de Claudia Sheimbaum Pardo como presidenta Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos y no precisamente climáticas, ya que ante la negativa del Ejército de proporcionar más información sobre la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinaba en Guerrero, amenazan con bloquear el Palacio Legislativo de San Lázaro, a lo cual podrían sumarse estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, que consideran está en peligro la autonomía de la Máxima Casa de Estudios, ante la posible desaparición de los organismos autónomos.
Además las relaciones entre México y la monarquía española tampoco atraviesan por un buen momento, por la obstinación del gobierno de la Cuarta Transformación, de que España se disculpe con México, por las atrocidades ocurridas contra a población prehispánica hace más de 500 años, lo que ha puesto a los dos países en un clima de alta tensión y eso sin duda es mal visto por los mercados, pues no hay que olvidar que en Mexico la inversión española asciendio en los últimos seis meses a casi cinco mil millones de dólares.
Estos inneesarios roces, de un gobierno que apenas comienza, constituyen nubarrones que podrían alejar capitales españoles de México, e incluso bancos como el BBVA, lo que sin duda afectaría la economía y el empleo en México, porque está más que claro que no es lo mismo cricitar que gobernar, y si bien al presidente López Obrador ya solo que quedan unas cuantas horas al frente del gobierno, no se ve que tenga prisa en irse aunque a muchos ya les urge que se vaya, por las razones anteriormente expuestas y ante esta ola de socesos, ya solo falta rezar a Dios porque los mercados no reaccionen en forma virulenta, como ocurrió aquel negro diciembre de 1994, el llamado efecto tequila que cimbró a los mercados internacionales.