Por BLAS A. BUENDÍA

En las Cumbres de la Alianza del Pacífico se ha revelado que países que son dominados por el narcotráfico, como México y Colombia, pretenden desestabilizar al conjunto de las naciones que se integran en este bloque de desarrollo, bajo la utilización de “coartadas dogmáticas”.

Si bien Perú y toda América —desde el Polo Norte hasta la Patagonia—, tuvieron el logro de expulsar al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de la Alianza del Pacífico, corresponde a un entero alivio porque de algún modo se deslindan que otros territorios sean dominados por los barones del narcotráfico, tema en boga hoy en día a nivel mundial.

Su homóloga del Perú, Dina Boluarte, quien entre el fandango de los desprecios, la misoginia y enunciaciones desconcertantes por parte de Obrador contra la mandataria quien ya tomó el control y mandato de dicha coalición de naciones del Continente, para los más de 130 millones de mexicanos ya les representa un fastidio su “presidente”, quien dice una cosa y locuazmente cambia de parecer para expulsar de su cabecita de algodón, estupideces sin sentido.

El oclocrático Andrés Manuel López Obrador, a comparación del pasado neoliberal, muestra la serie de sus humillaciones en contra de todos aquellos que no comulgan con su “tesis del desastre” a través de la deformación convertida en una 4T que jamás debió haber existido como plataforma de gobierno, es decir, no tiene empacho alguno en denostar a sus antagonistas ya sean domésticos o de resonancia internacional.

Abortado por el fenómeno de la kakistocracia, tarde o temprano Obrador pagará con creces su vinculación con el narcotráfico, que ante las ambigüedades y sus acciones de desvergüenza, ha generado entre los 130 millones de mexicanos ser representado por un personaje tan oscuro como el crimen organizado.

Ese conglomerado ya no cree en su presidente por carecer del carisma necesario que se pudiera distinguirse entre los Estadista serios, sino que su estratagema se concentra en crear enconos para transformar al México unido, en la esfera de una anarquía descontrolada, con visos comunistas.

La moraleja lopezobradorista radica en que cuidar de los pobres proporcionándoles una dádiva de la riqueza nacional que por años, el PRI luego el PAN, llegaban y se olvidaban de los pobres, este hombre llegó y les da su lana en programas sociales, gratis y permanentemente. ¿Quién hacía o hace más por los pobres?

Ese ejército de miserables, según críticos del sistema neocomunista manuelista, no dejarán a su amo con quien, al menos, tienen “algo” seguro, toda vez que —habrá que consignarlo—, los otro partidos que estuvieron en el poder, dejaban morir a los pobres.

Y es elocuente. En épocas de ofrecimientos, cada gobierno nunca deberá ser indiferente ante los cuadros de pobreza. Lo único de AMLO fue trazar esa guía para proteger a los más necesitados, abusar de su sapina ignorancia para mantener a su partido, MORENA, en el poder. Y es exacto, ahí está su fortaleza, aunque implique mantenerlos….

Por eso, son los miserables y bárbaros de AMLO. No hay vuelta de hoja. Con ello, va aparejada la conveniencia del desorden social, la ausencia de instituciones, el caos, la anarquía y desde luego, vendrá a consolidar su Dictadura. Ese es cuadro agobiante de un país que por más de un siglo vivió sin mayores alteraciones porque contaba con una Perfecta Dictadura.

Efectivamente, es palpable que la ayuda que miles de mexicanos reciben del Estado, para los morenistas esto representa que se mantendrán en el poder, tal vez, por un sexenio más, porque la Alianza va por México —integrada por el PAN, PRI, PRD y posiblemente se sumaría el MC—, se desconoce cuál podría ser su buen candidato para vencer a la 4T, sin descuidar a los pobres.

Empero, México se encamina a pasos agigantados a convertirse en una nación gobernada por la anarquía, muy por encima al panorama geopolítico del Planeta, pero… regresando al tema de la Alianza del Pacífico, en voz de Dina Boluarte, está plenamente convencida de que el Perú no renunciará a mantener viva la Alianza del Pacífico y a ejercer su presidencia. “¡Ya lo estamos haciendo!”, espetó recientemente.

En su momento, su postura fue calificada como “un notición internacional”, porque, “ya es oficial”. “El Perú ha derrocado, ha destronado a México de la Alianza del Pacífico, y ha destituido a López Obrador y lo ha votado”, anunciarían corresponsales extranjeros desde diferentes trincheras de la información internacional.

Así lo anunció la presidenta Dina Boluarte quien llevó a cabo una ceremonia histórica, con todos los países que integran esta Alianza, países que no están de acuerdo con Manuel López Obrador y que hoy le han dado la espalda ante el mundo.

Así, una Dina harta de tata burla, tomó al toro por las astas, y hoy, en los aniversarios de la Alianza del Pacífico, el Perú recibió el respaldo de todos sus países representantes , y Dina —entre aplausos— fue reconocida presidenta Pre Tempore.

Necesario leer a Dina como nunca antes vista, con carácter, le cantó todas sus verdades a López Obrador, oficializando su presidencia ante la Comunidad Internacional, donde la prensa extranjera consignó ese histórico evento.

“Los líderes que conformamos parte de este mecanismo de integración, todos surgidos de procesos constitucionales y democráticos, hemos sabido privilegiar la institucionalidad y el pragmatismo de la Alianza del Pacífico a fin de permitir su avance y su consolidación”, fijaría su postura.

Sin embargo, admitió que hoy, estas virtudes han sido desplazadas por cuestiones ideológicas que son utilizadas como excusa para poner trabas a la continuación y dinamismo que se ha venido trabajando en los últimos 12 años en el avance de desarrollo científico y social.

“Y esta no es una situación menor”, sentenció la mandataria andina. La negativa de traspasar la presidencia Pro Tempore al Perú, constituye el incumplimiento de una obligación internacional que a su vez, ha generado la paralización de la mayoría de las actividades de la Alianza del Pacífico, y perjudica, no solo su prestigio internacional bien ganado, sino que incide directamente en las oportunidades para el desarrollo de nuestra población”, resaltó.

Y alertó: “Afecta además los procesos de adhesión de Costa Rica y Ecuador como nuevos miembros, incorporaciones que el Perú respalda plenamente pues considera que contribuirán al fortalecimiento de la integración económico, comercial y complica también la consideración del ingreso de los candidatos a Estados asociados”.

Así como se lee, la presidenta no se guardó nada, empleó la “mano de hierro”, y mando al tacho a AMLO, gritando al mundo, “AMLO lo hace porque es ‘rojo’ pues su motivo es ideológico”.

Dina Boluarte aclaró: “En medio de esta difícil situación, nos alienta que los sectores académicos y empresariales de los países miembros, hayan emitido pronunciamientos, reconociendo la necesidad de que los trabajos de la Alianza continúen exigiendo el traspaso de su presidencia Pro Tempore al Perú”.

En dicho marco —asentó— hago alto aprecio de las acciones entregadas por el Ministerio de Relaciones Exteriores para preservar la Alianza del Pacífico y exigir el legítimo derecho de asumir la presidencia Pro Tempore (porque) “el Perú no renunciará a mantener viva la Alianza del Pacífico y a ejercer su presidencia. Ya lo estamos haciendo a través del trabajo conjunto que tenemos aquí en el Perú”. (Aplausos)

Y en medio de una histórica ovación, subrayó: “¡No permitiremos que coartadas políticas, vulneren y debiliten este exitoso mecanismo como ha sucedido en el pasado con otras iniciativas regionales! ¡Nuestros países han alcanzado la suficiente madurez y seriedad, como para retroceder en un proceso de integración que ha generado resultados tangibles en beneficio de todas nuestras comunidades internacionales!”

Ratificó ante la comunidad internacional, que luego de un Golpe de Estado que diera aquel 7 de diciembre el ex presidente Pedro Castillo, “lidero un gobierno democrático, producto de una sucesión constitucional, un gobierno legítimo que apuesta por el diálogo, la integración, la paz y el desarrollo”. (Aplausos)

Confió en que “la Alianza del Pacífico continuará con sus actividades, bajo el espíritu de unidad que inspiró a nuestros países hace 12 años”, ratificando “nuestro firme compromiso de seguir trabajando para convertir a este mecanismo de integración, en un factor determinante en el escenario latinoamericano y mundial, en nombre y en beneficio de nuestras ciudadanas y de nuestros ciudadanos. A nombre del pueblo peruano, y con ese orgullo de hombres andinos de nuestra querida patria, deseo que en este feliz aniversario, haya una larga vida a la Alianza del Pacífico”, concluyó.

Chile, Colombia, México y Perú, cabe resaltar, fueron los iniciadores de esta Alianza del Pacífico, la cual nació por iniciativa del Estado peruano durante el gobierno de Alán García en el año 2010, quien tuvo un desafortunado final ya que registró el episodio más dramático del llamado caso Odebrecht.

El ex presidente de Perú Alan García decidió terminar con su vida con un disparo en la cabeza y nada pudieron hacer los médicos que lo atendieron para salvarlo. La policía se encontraba rumbo a su vivienda para detenerlo cuando el ex mandatario tomó la drástica decisión.

Sin embargo, no es el único capítulo de la política latinoamericana que está relacionado con lo que llaman «la mayor red de sobornos extranjeros en la historia».

El trasfondo político todavía es incierto, ya que a pesar de que Alan García decidiera suicidarse, en el escaparate político internacional, “largó” de la presidencia de la Alianza del Pacífico al presidente Andrés Manuel López Obrador,  que para esto, la presidenta Dina Boluarte tiene el respaldo de toda América, tal como lo mencionara el canciller chileno Alfredo Moreno, “la postura de México y Colombia, perjudican la Alianza del Pacífico”.

El triunfo de Dina se centra, finalmente, en que esté o no esté de acuerdo López Obrador con su presidencia en Perú, “no se va a detener todo el comercio entre los países de la Alianza”.

Habrá que recordar que las exportaciones a los países de la Alianza han crecido más del 50%, dejando en paralelo y el total rezago económico a México, por culpa de un oclócrata que se siente mesías, resultando ser todo un joker que duerme en el suntuoso Palacio Nacional, sede del poder azteca.

En lo interno, México camina por un laberinto problemático internacional hasta en tanto no haya cambiado la presidencia azteca por otro ciudadano que estuviera atento para el cumplimiento de sus compromisos con el mundo.

Se juegan dos cartas fortísimas, entre el morenista y actual canciller Marcelo Ebrard, y el economista internacionalista José Ángel Gurría, quien si bien se dijo “ser el mejor preparado para 2024”, solo espera la oficialización de ser aspirante presidencial por la Coalición “Va por México”, contexto que debe darse a conocer luego de las elecciones del Estado de México, el 4 de junio de 2023.

Reportero Free Lance *

Premio México de Periodismo Ricardo Flores Magón-2021

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