Cuando los gobiernos en América Latina han intentado disminuir el subsidio a la gasolina, las calles se han llenado de manifestantes que protestan contra el aumento del precio del combustible.

Así lo han experimentado este año países como Ecuador, Panamá y Perú, que, en medio de la ola inflacionaria que recorre el mundo, han enfrentado una dura oposición cuando se pone sobre la mesa aumentar los precios a productos como la gasolina o el diésel.

Y pese a que conlleva un fuerte riesgo político, recientemente el presidente de Colombia, Gustavo Petro, hizo el anuncio: «A los consumidores de gasolina les decimos que retomaremos la senda de crecimiento de precios, y que el objeto no será más que disminuir el déficit irresponsablemente acumulado».

El problema, argumenta el gobierno, es que el déficit fiscal es insostenible, por lo cual ha propuesto una ambiciosa reforma tributaria con la que espera aumentar la recaudación y está buscando disminuir el gasto en otras áreas, como, por ejemplo, el subsidio a la gasolina, en el contexto de una agenda ambientalista y en medio de una inflación que supera el 10%, la mayor desde 1999.

Promoviendo una medida considerada como altamente impopular y que tendría un efecto directo en las familias más vulnerables en un país donde la pobreza llega al 39% de la población, Pero busca recortar el dinero invertido en subsidiar gasolina con un argumento social: «¿Vale la pena subsidiar la gasolina por 40 billones cuando la tasa de mortalidad infantil por desnutrición se duplica?».

La pasada semana el gobierno anunció que a partir de octubre el precio de la gasolina subirá cada mes unos cinco centavos de dólar por galón (1 galón es equivalente a 3,79 litros). El subsidio al diésel continuará.

Los críticos argumentan que la disminución del subsidio a la gasolina afectará a las familias más vulnerables y aumentará la pobreza en un momento en que la situación económica del país es apremiante.

Así como en Colombia, el resto de los países de la región aplica algún tipo de subsidio a la gasolina, el diésel u otros combustibles fósiles como el petróleo, el carbón o el gas. Fuente: BBC mundo