Alrededor de 150 organizaciones, que son afines a la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México (CDMX), Claudia Sheimbaum, forman parte de una nueva asociación civil llamada SUMA, y sus dirigentes convocan ya para que se incorporen a la marcha del domingo 27 de noviembre, que habrá de encabezar el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

De este modo la suspirante Presidencial mostrará al pueblo y a su jefe e ideólogo político el músculo que la soporta en sus pretensiones, de cara a los comicios de 2024 y lo mismo harán el Canciller Marcelo Ebrard, y el Secretario de Gobernación, Adán Augusto López, excepto el Presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) del Senado de la República, Ricardo Monreal Ávila, quien viajará a España a una reunión parlamentaria.

A esta, a la que los morenistas han llamado la madre de las marchas, acudirán militantes de todo el país, pero especialmente de Tabasco, en donde los trabajadores petroleros se preparan para apoyar a su líder como en los viejos tiempos de la dictadura perfecta en que gobernaba el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

No importa como lleguen los que vendrán de fuera para brindar apoyo a sus corcholatas y a su jefe supremo, lo importante es demostrar a los 70 millones de mexicanos en edad de votar, que no están de acuerdo en su forma de gobernar, que el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) llegó para quedarse no importa cómo, y sentar sus reales durante décadas, como lo hiciera el PRI, por más de medio siglo, de ahí su obstinación en tratar de desaparecer al Instituto Nacional Electoral (INE) así sea con leyes secundarias, su objetivo es reventar a la Institución.

FALTA LO QUE DIGA EL GENERAL TLALOC

Como están las cosas, si el tiempo no mejora y si el general Tláloc, así lo decide, sólo una tormenta podría malograr el resultado de la madre de las marchas, aunque también visto de este modo las condiciones meteorológicas pueden ser un buen pretexto para ocultar su derrota, si los organizadores de la madre de las marchas no logran convocar a toda la gente a la que han citado y que tendrán que ser más de tres millones de personas, tan sólo en la CDMX.