Los defensores del Instituto Nacional Electoral (INE) la hicieron una vez más este domingo 26 de febrero, porque sin vehículos que los transportaran, sin incentivos económicos que los motivaran, ni amenazas o promesas que los obligaran a estar ahí, poco a poco fueron llegando a la plancha de la  Plaza de la Constitución, hasta que abarrotaron el Zócalo de la Ciudad de México y el área que circunda el edificio sede de la Suprema Corte de Justicia de La Nación (SCJN) con el único objetivo de defender al árbitro electoral que llevó más de 30 años construir.

No hubo matracas, ni tamborazos, ni estridentes sonidos con música grupera, sino pancartas, muchas pancartas de color rosa, con la única intención de decirle al gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) que no pisotee las instituciones, que el pueblo de México es el que manda y decide que instituciones u organismos quedan y cuales habrán de irse.

Ahí estaban presentes, muchos de los que nunca votan, miles de los llamados indecisos, en representación de más de ochenta millones de mexicanos en edad de votar, y a cualquiera que se le preguntara su razón de estar ahí, la respuesta fue siempre la misma, defender al INE del mal gobierno.

FUNCIONARIOS DEL GOBIERNO CAPITALINO SE COMPORTARON COMO PORROS UNIVERSITARIOS

Las muestras de solidaridad del pueblo sabio, el que nunca se equivoca, que no es tonto, para con el INE fueron innegables, porque expresaron lo que sentían, en repudio de la represión que se avecina, y eso puso nerviosos a muchos de los que hoy están en el gobierno, funcionarios que en su juventud fueron porros comportándose como tales, como si fueran estudiantes alborotadores y no servidores públicos obligados a servir a su principal patrón, el Pueblo de México.

Su desfachatez llegó a tal grado que desde uno de los edificios públicos desplegaron una enorme lona de unos veinte metros de longitud, que fácilmente pudo verse a un kilómetro de distancia, con la figura de Genaro García Luna, enmarcado por un letrero del Partido Acción Nacional (PAN) algo que nada tenía que ver con el motivo de protesta de los manifestantes.

Esta irresponsable acción de provocación causada por los porros de gobierno, pudo haber causado un zafarrancho, porque enardecidos por la falta de respeto hacia su movimiento de defensa del voto y el árbitro que lo hace valer, como pudieron se treparon a los balcones del edificio para cortar la enorme manta en dos.

Carteles con la figura de García Luna las había por todos lados como si con eso, la gente se desalentara y se fuera, pero no fue así, porque los manifestantes estaban seguros de lo que hacían, defender al INE hasta sus últimas consecuencias, no a corruptos funcionarios del pasado, aunque ello les hubiera costado un baño de sangre.

NO HUBO CONTRAMARCHA

Esta vez no hubo contramarcha, el Presidente López Obrador se abstuvo de organizar una semejante, porque pretextos siempre sobran, pero si criticó lo más que pudo a los organizadores de la concentración, desde su púlpito mañanero sin importarle que entre los manifestantes estuviera hasta un Ministro de la SCJN en retiro.

Toca ahora a los 11 ministros de la Corte encabezados por su presidenta Norma Lucía Piña Hernández, expresar su veredicto en torno a la inconstitucionalidad del llamado Plan B de Reforma Electoral.