José Ramón López Beltrán el hijo mayor del Presidente de la República, es un aviador empedernido que durante más de 20 años ha vivido como burócrata de alto nivel, pero sin trabajar, ya que tan sólo en el Gobierno del Distrito Federal estuvo sin hacer nada más de diez años mientras su papá organizaba un movimiento popular que hoy se conoce como Movimiento de Regeneración Nacional que con el tiempo se convirtió en el partido político mayoritario llamado MORENA.
Es lo que se desprende de publicaciones que de él han hecho y siguen haciendo periodistas de investigación como tal se observa a continuación, con datos duros y testimonios de quienes estuvieron cerca de él
Cuando el trabajo se le acabó en México, José Ramón se fue a los Estados Unidos, pero no como mojado como muchos de nuestros connacionales que arriesgan su vida para cruzar del otro lado del Río Bravo, sino como un junior de la revolución democrática, que vivió con su esposa en una lujosa residencia de Houston Texas, propiedad de un ejecutivo llamado Keith Schilling, cuya empresa obtuvo un contrato millonario de Petróleos Mexicanos.
En su libro, El Rey del Cash, la periodista Elena Chávez lo describe sin calificarlo de manera directa como tal, como un haragán que cuando trabajó en el Gobierno de la Ciudad de México (CDMX) se la pasaba jugando “Solitario” en su oficina para matar el tiempo.
Raúl Olmos, quién escribió el reportaje de la organización Mexicanos Contra la Corrupción, en el que se demostraba que el hijo mayor del Presidente ostentaba y ostenta un nivel de vida muy distinto al modelo de austeridad franciscana que en público promueve su papá, fungiendo como empleado del empresario Eduardo Joel Arratia Vingardi, también habla de él y dice que López Beltrán se hundió solito cuando a través de mensajes de la red social Tweeter expresó: Eduardo Arratia -presunto contratista de Pemex dueño de SCAP, SA de CV, compañía de servicios petroleros que ha trabajado junto con Baker Hughes- es «amigo» suyo y «compadre» de Adams”.
“Es un empresario con negocios en México y en otros países y tiene más de treinta años como empresario. Lo que publican acerca de ellos y de mi persona es falso. Mintiendo no resolverán sus complejos y traumas, no calumnien” Fue lo que López Beltrán escribió cuando se quiso deslindar del asunto de la Casa Gris, dichos en la que hasta su esposa Carolyn Adams, resultó involucrada.
QUIÉN ES EDUARDO JOEL ARRATIA VINGARDI
Ahora se sabe que Eduardo Joel Arratia Vingardi, es un empresario de la mayor confianza del Presidente Andrés Manuel López Obrador, que tiene vínculos con proveedores de la Refinería Dos Bocas, todavía en construcción, y con la empresa petrolera Baker Hughes, propiedad de Keith Schilling y además es supervisor de confianza del mandatario tabasqueño en el Tren Maya.
Grupo SCAP, propiedad de Arratia Vingardi, tiene su sede en Campeche, una zona petrolera de primera importancia, fundada en 1996 con alrededor de 300 empleados ofrece servicios de automatización y control de plantas petroleras, y también de medición, de ahí su relación cercana con los constructores de la lRefinería Dos Bocas. Ternuritas sin duda como dice el Presidente.