Por BLAS A. BUENDÍA
¡Cuánto rencor! ¡Cuánto odio! ¡Cuánta rabia! ¡Cuánta envidia hay en la persona mediocre de Andrés Manuel López Obrador, el famoso AMLO / MALO.
AMLO / MALO, el estudiar o no estudiar, no cambia a las personas, el pueblo mexicano no ve valores en “su” presidente, sino se observa que cada vez que tilda a todo mundo de “ignorante” y otras linduras bajunas, solo denota su resentimiento personal, un ardor que día a día explota, porque cuando fue estudiante en la UNAM, de “panzazo” supuestamente logró “titularse” en la Licenciatura de Ciencias Políticas, tras 14 años de intentos fallidos, con 14 asignaturas totalmente reprobadas, particularmente Economía y Matemáticas, dos materias torales que marcan a cualquier personaje presidencial.
Si bien la comunidad estudiantil universitaria mantiene el histórico lema vasconcelista “Por mi raza hablará el espíritu”, este apotegma le pasó de noche en la persona del macuspano, porque siempre fue un estudiante flojo y anodino que, “al no haber problema”, al final de cuentas ha sido un ciudadano con corazón podrido.
Cuentan quienes simpatizaron con el confeso fratricida de Macuspana, su espaciosa separación de acontecimientos para titularse, fue porque a lo largo de su génesis del Big Bang, “su carrera política” que inició antes de entrar a la universidad, lo llevó a diversos puestos políticos desde 1976 hasta 1990, es decir, se transformó en un infame con suerte.
El comportamiento tan soez de AMLO / MALO ante la sociedad mexicana, y ante los ojos del mundo, se centra de igual modo que el embustero de Palacio Nacional pretende ser un “árbitro” para manipular la Agenda Nacional, toda vez que, en redes sociales, millones de internautas rebaten con ataques directos y personales en contra AMLO / MALO. “Creo que el viejito rabioso se mordió la lengua y sangra por los belfos”, dijo el ciudadano Luis Xavier Trejo.
FRACTURAR AL INE YA ES OBSESIÓN
Ernesto López, asentó: “AMLO, ese embaucador sin principios, con ideas retrógradas, pretende regir ahora al INE con propósitos netamente comunistas, porque sin este instituto democrático y republicano, le hubiera pasado lo que pasaba cuando éste no existía, y en ese entonces, los comicios eran controlados por el gobierno en turno.
“Así como tú quieres hacerle ahora que gobiernas, desaparecer al INE de la escena nacional, solo debes pregúntale a su tuatacho del alma Manuel Bartlett Díaz, a quien ahí lo tienes, explotando a la Comisión Federal de Electricidad, y a todo tú gabinete. Él es el partero del salinismo, simplemente has memoria, ya estabas viejo cuando eso sucedió”.
Frente a todo este contexto, la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, rememoró aspectos que tienen que ver entre la esfera jurídica y el quehacer de la política, sobre todo el aparato presidencial.
Corría el año de 1779 y Ferdinando Galiani, llamado “El Abad”, escribió su libro “Del dialetto napoletano”, en esas líneas nos ilustró al decir: “El derecho consiste en el perfecto cumplimento de los deberes del hombre para consigo mismo y para con los demás. Se cumplen a la perfección cuando, en cada caso, se combina la mayor utilidad propia con el menor daño al próximo, o el mayor bien de los demás con la menor molestia posible”.
En la Cuarta Transformación de la República —apuntó— se tendría que saber que nuestro derecho regula la conducta humana mediante la imposición de deberes u obligaciones y la concesión de facultades, lo que necesariamente se traduce en una serie de cotos y/o prohibiciones y permisos, consecuencias o permisiones.
Andrés Manuel López Obrador necesariamente tiene que saber que para una buena gobernanza se requiere que todo su proceder sea jurídicamente lícito, toda vez que esa realización implica el ejercicio del derecho que le concedió el sufragio del pueblo, más, sin embargo, ese deber se convierte en ilícito, arbitrario y prohibido cuando se incumple esa obligación.
La citada Academia explicó: La conducta jurídicamente regulada del Primer Magistrado de la Nación, no debe ostentar un signo negativo de ilicitud, en razón a que ello se encuentra vedado.
“Para ser un buen Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, esos deberes solamente deben de encontrarse dirigidos a un aspecto positivo, para que ello encuadre en la licitud, sólo en ese caso, el derecho declarará que se encuentra permitido”, subrayó el abogado penalista Alberto Woolrich Ortiz.
Dijo también que cuando la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México habla de la conducta jurídicamente regulada, alude por igual a acciones que a omisiones.
El no ejercicio de un derecho de sanear nuestras instituciones de procuración, impartición y administración de justicia, por ejemplo, es una forma de mal gobernar, ese comportamiento se manifiesta como una omisión de índole político, consecuentemente, ello implica que Andrés Manuel López Obrador se encuentra ejercitando su derecho de ser presidente, omitiendo en el cumplimiento de ese derecho el gobernar con un buen derecho.
YA BASTA DE DESTRUIR INSTITUCIONES
México requiere que el Poder Ejecutivo Federal aplique un derecho con un perfecto cumplimiento de los deberes que el “Sufragio Efectivo, NO reelección”, le concedió y esa obligación sólo se cumple cuando se consigue la mayor utilidad para la Nación.
“Quizá todo lo anterior no lo entienda quien debe de entenderlo, sin embargo, México ello si lo entiende. Se requieren instituciones limpias, no seguir permitiendo su destrucción. ¡Es cuanto!”, concluyó el Jurisconsulto Alberto Woolrich Ortiz, presidente de la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México.