Al más puro estilo de la delincuencia organizada, militantes del Partido Movimiento de Regeneración Nacional, (Morena) han estado repartiendo panfletos por distintos rumbos de la Ciudad de México, incluso en la Plaza de la Constitución, en los que amenazan con desaparecer a periodistas y opositores al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO)

Estos panfletos que constituyen parte de una campaña de intimidación contra medios de comunicación hostiles al actual régimen, tienen como fin azuzar a la población civil para que agreda a los comunicadores donde quiera que estos se encuentren, como una forma de ablandar el mayúsculo fraude electoral que los morenistas pretenden hacer para imponer a la corcholata elegida por López Obrador en 2024.

Es por eso que el presidente de la República retó a las instituciones y a los partidos políticos de oposición advirtiéndoles que hagan lo que hagan, los oligarcas no regresarán al poder. Palabras en sí cargadas de odio, que el mandatario no cesa de repetir cada vez que tiene la ocasión de hacerlo.

Sin embargo, estas amenazas de muerte contra los comunicadores que no comulgan con la forma de pensar y de actuar del mandatario, lo único que están logrando es que despierte el México bronco y los ciudadanos pasen de los insultos y arengas a las agresiones directas, lesiones y homicidios, con el consiguiente desorden y desestabilización social que esto implica en perjuicio de la nación.

PLAN C AL VAPOR

Se sabe que los asesores del presidente de la República y los de los presidentes del Senado de la República y de la Cámara de Diputados, trabajan a marchas forzadas y a puerta cerrada, en el diseño de un plan C en materia electoral, ante la creciente posibilidad de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) deseche por inconstitucional la nueva Ley Electoral actualmente en vigor.

De nada les han valido las amenazas de muerte contra la ministra presidenta de la SCJN, Norma Lucía Piña Hernández, ni los ataques verbales ni los desplantes del presidente López Obrador a la mujer de leyes, como tampoco las amenazas del coordinador de Morena en la Cámara Baja, Ignacio Mier, de promover una iniciativa de ley que le arrebate a la Corte el Consejo de la Judicatura Federal, porque de un momento a otro, la Suprema Corte habrá de pronunciarse al respecto, lo que ha puesto a temblar al bloque morenista que tendrá que acatar la Ley, aunque no quiera.

Al Presidente de la República se le está acabando el tiempo y por eso le urge apoderarse del Instituto Nacional Electoral (INE), sea como sea, tal como lo hiciera con el Instituto Nacional de Transparencia (INAI) incluso con la imposición de consejeros a rajatabla, pero, si bien Lorenzo Córdova Vianello, en los primeros días de abril deja el puesto como consejero presidente, el secretario ejecutivo, Edmundo Jacobo, continuará en el puesto, además de que todos aquellos empleados que están siendo despedidos de la institución como consecuencia de la nueva Ley Electoral, están promoviendo amparos para impedir sean cesados, y los jueces se los están otorgando con mucho gusto, además de que los consejeros de oposición han reforzado su presencia al interior del INE, lo que deja entrever que las próximas semanas serán de lucha intensa en materia electoral y eso que el proceso a nivel nacional comienza hasta noviembre.