Hablemos de Cáncer. Columna de IRENE LICONA
En la actualidad gracias al avance en la tecnología es muy fácil acceder a cualquier tipo de información, y la salud no es la excepción, sin embargo, la falta de una cultura de la prevención, apoyada en campañas constantes y efectivas sobre los principales padecimientos que afectan a la población por parte del gobierno, ha dado como resultado el que enfermedades como diabetes, hipertensión, obesidad y cáncer estén consideradas como un problema de Salud Pública.
Si a ello se le suma la heterogeneidad con que operan las distintas instancias que conforman el sistema nacional de salud (IMSS, ISSSTE, SSa, Hospital de Pemex, etcétera) dificultando con ello el acceso a los servicios de salud por parte del paciente en caso de ser derechohabientes; y aún más si carecen de seguridad social; que los médicos de primer contacto carezcan de capacitación para detectar cáncer y que el paciente no acuda al doctor hasta que verdaderamente se sienta mal, da como resultados diagnósticos tardíos y, en consecuencia, un pronóstico reservado.
Hoy por hoy –por desgracia- el diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno siguen siendo el “Talón de Aquiles” para las autoridades sanitarias, en la mayoría de los padecimientos y, el cáncer no es la excepción.
La importancia de los medios de comunicación
De ahí la importancia de que contar con campañas informativas –a través de medios masivos de comunicación- durante todo el año, sobre factores de riesgo y síntomas del cáncer de pulmón podrían apoyar al diagnóstico temprano de pacientes. Campañas que durante la presente administración han “brillado” por su ausencia y, según se ve, concluirá el presente sexenio sin que el tema de la salud sea una prioridad para el gobierno, aun cuando el Jefe del Ejecutivo ha venido declarando en los últimos meses que nuestro país tendrá un sistema de salud de primer mundo.
En el caso concreto del cáncer de pulmón el panorama se torna más complejo no sólo porque existe un subregistro de la enfermedad, sino también un subdiagnóstico; en el primera porqué el número de casos que se registra es muy menor a la realidad y, en segundo lugar, porqué al paciente se le da un diagnóstico equivocado, es decir, a este carcinoma se confunde con EPOC, enfisema pulmonar, pulmonía “atípica” e incluso, COVID; lo que viene a retrasar la atención adecuada y el tratamiento adecuado a partir del diagnóstico exacto.
Es causa de alta discapacidad
Se estima, de acuerdo a información de Globocan –organismo dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS)- que cada año en México se presentan 10 mil casos nuevos de cáncer de pulmón, y de éstos aproximadamente siete mil mueren; además de que es el segundo cáncer que causa mayor cantidad de años perdidos por discapacidad después de la leucemia.
De ahí que la escaza difusión de campañas de información y concientización sobre los síntomas del cáncer de pulmón, tan sólo es una de muchas barreras que apartan a los pacientes para llegar a un diagnóstico y tratamiento oportuno revela el estudio “Principales barreras en las trayectorias de búsqueda de atención de pacientes con cáncer de pulmón. Dificultades durante los itinerarios terapéuticos y la navegación hospitalaria para un diagnóstico temprano y tratamiento”, presentado por la organización civil “Respirando con Valor”.
En conferencia de prensa –donde se dio a conocer los resultados de dicho estudio-, Patricia Mondragón Celis, presidenta y fundadora de Respirando con Valor, afirmó que “el cáncer de pulmón representa un problema de salud pública debido a que su incidencia va en aumento y se reconoce como una de las principales causas de muerte por enfermedades oncológicas en México. Este afecta a hombres y mujeres en edad adulta que están expuestos a estilos de vida poco saludables o por determinantes sociales que influyen en la vida de las personas”.
Argumentó que más allá de los números –dijo- están las dificultades que atraviesan los pacientes que cursan con este tumor maligno durante su trayectoria en la navegación hospitalaria y la falta de comprensión de la sociedad que ha complicado la atención oportuna y de calidad en los pacientes.
Por ello informó que el objetivo de realizar este tipo de investigación “es pasar de la anécdota o descripción de casos a documentar, para dar solidez a la discusión, participando desde la sociedad civil aportando datos para la atención del cáncer de pulmón que ayude a cerrar brechas”.
Enfatizó que aunado a los múltiples factores: culturales, sociales, económicos e incluso de infraestructura que pueden retardar el diagnóstico o tratamiento de los pacientes con cáncer de pulmón se hace indispensable trabajar en la accesibilidad de información entre médicos y sociedad en general, ya que “se trata de una enfermedad que carga el estigma debido a que persiste la idea de que afecta únicamente a fumadores”, cuando existen otras causas por las que las personas desarrollan la enfermedad.
En tanto, Elysse Bautista González, investigadora del Laboratorio de Equidad en Salud y colaboradora en el estudio, comentó que «para el Laboratorio es crucial conocer las barreras de atención que enfrenta el paciente con cáncer de pulmón, con la finalidad de tener un diagnóstico temprano y tratamiento oportuno».
De ahí, que “buscar rescatar la narrativa del paciente, entendiéndolo como sujeto y no como expediente permite que se conozcan los determinantes sociales que impactan en su atención”, añadió. A manera de ejemplo se refirió un caso en que una paciente pasó por 13 médicos antes de llegar a ser diagnosticada con cáncer, en un lapso de poco más de un año; un tiempo valioso que se perdió porqué la enfermedad se desarrolló más, teniendo un pronóstico de vida reservado.
La investigadora especializada en cáncer de pulmón compartió que «están trabajando en Código Cáncer para generar evidencia sobre las trayectorias del paciente con cáncer de pulmón, para que sean visibilizados y que den luz hacia dónde dirigir las políticas públicas».
De acuerdo con el estudio, entre las barreras para un diagnóstico y tratamiento temprano por parte de los pacientes se encuentran: la normalización de síntomas, siempre que no interfieran con sus labores cotidianas; desconocimiento de la enfermedad, temor a tener un padecimiento grave, automedicación, falta de cultura de prevención, situación económica y sociocultural, así como culpa, en algunos casos el desaliento de familiares y la resignación.
En materia de los servicios de salud, la limitación tanto en diagnóstico como en tratamiento oportuno obedece a la capacitación insuficiente del personal sanitario, tiempos excesivos en los centros clínicos, diagnósticos erróneos y falta de infraestructura, equipos e insumos, costos inaccesibles en el tratamiento, demora en el inicio del tratamiento y burocratización de algunas instituciones, entre otros.
Elevado subdiagnóstico del Cáncer
En tanto que el oncólogo Jorge A. Alatorre Alexander, especialista en cáncer de pulmón, señaló que en México existe un subdiagnóstico de cáncer de pulmón, en parte por falta de capacitación de los médicos, ya que esta cátedra no se imparte en la mayoría de universidades del país, por eso, “existe un retraso importante en el diagnóstico, es muy difícil para un médico que no sabe de una enfermedad, realizar un diagnóstico, pues se presenta con síntomas respiratorios como tos y falta de aire, podemos confundir la enfermedad con Covid o EPOC exacerbado, por ejemplo”.
Explicó que el cáncer de pulmón es un problema de salud, ya que se encuentra en el top-ten de causas de muerte en el mundo, “en relación con mortalidad por cáncer es la número uno del mundo, por encima de la suma de muertes que genera el cáncer de mama, próstata y colon; “por eso les digo que existe un subdiagnóstico y un subregistro muy importante, por lo que los casos reales se estima son muy superiores a los datos que se cuantifican”.
En relación con los datos en México, Alatorre detalló que el cáncer de pulmón es considerado la quinta causa de muerte por cáncer cuando en todo el mundo es número uno o dos, “si comparamos entre países, pareciera que tenemos la misma cantidad de pacientes con cáncer de pulmón que Cuba, pero Cuba tiene el 10 por ciento de nuestra población, cifra que habla de un subdiagnóstico y subregistro brutal. Lo que haría pensar a los tomadores de decisión en materia de salud que éste no es un problema real para los mexicanos, priorizando otras enfermedades.
Subrayó que el cáncer de pulmón si se detecta a tiempo se puede curar, por lo que contar con programas de detección temprana en población de riesgo es fundamental (fumadores mayores a 50 años).
En su oportunidad Fanny Romero Moreno, directora Institucional de Respirando con Valor, comentó “para nosotros en Respirando con Valor es muy importante presentar este estudio de tipo cualitativo, que nos muestra el panorama de diagnóstico y atención de los pacientes desde el punto de vista de quien lo padece y no de quien lo trata, como regularmente ocurre con los estudios epidemiológicos”.
Manifestó que con estos datos se busca trabajar “juntos, tomadores de decisiones, medios de comunicación, sector privado, sector público y academia, para que ayuden a formular colaboraciones y compartir la responsabilidad para que la atención del cáncer de pulmón sea una prioridad en el país”.
La pandemia de Covid-19 fue un momento clave y desafortunado, “para algunos continuar con sus tratamientos por cáncer fue muy complicado, pero para otros la valiosa serendipia que les permitió tener un diagnóstico temprano, al cobrar relevancia las enfermedades respiratorias”, aseveró.
Finalmente, Marcos Flores paciente de cáncer de pulmón llamó a la sociedad, y a profesionales de la salud para sumarse con las organizaciones civiles y crear un solo frente para apoyar a la difusión constante de las campañas de concientización de cáncer de pulmón, así como reforzar desde sus frentes los signos del padecimiento, síntomas, tipo de especialistas que pueden ayudar a un diagnóstico y sobre todo el acceso a tratamientos.
Originario de la Mixteca poblana, el señor flores de 51 años de edad es uno de los pacientes que hoy en día tiene un tratamiento de vanguardia para hacer frente a su adenocarcinoma de pulmón con metástasis, gracias a Respirando con Valor, que lo ayuda económicamente para adquirir su medicamento, cuyo costo por una caja con 30 pastillas (quimioterapia) es de 43 mil pesos; costo que sin la ayuda de esta asociación y su familia no podría cubrir, luego de que la enfermedad le impide trabajar.
Respirando con Valor se ha preparado por más de catorce años para hacer frente a esta enfermedad, como un eslabón importante de la sociedad civil creando programas de intervención, reconociendo la problemática a fondo y sugiriendo propuestas de solución de acuerdo a las necesidades de los pacientes.