*Lo amonestan por rebeldía

*Ordena al INE cumplir con su obligación Constitucional

*Al titular del Poder Ejecutivo Federal le esperan más demandas

Intentar torcer la ley con una nueva sección en su conferencia mañanera le salió muy caro al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) quien de nueva cuenta fue sancionado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TRIFE) quien además le prohibió una vez más, hablar en público de temas electorales, con lo que prácticamente se derrumbó su plan C de conveniencia electoral y la etiqueta de rebeldía que le ha puesto en la frente el propio Poder Judicial, prácticamente han puesto contra la pared al Jefe del Ejecutivo en México.

El TRIFE, al mismo tiempo ordenó al Instituto Nacional Electoral (INE) hacer valer su autoridad como árbitro electoral e imponer las sanciones que correspondan, en clara alusión a la actual consejera presidenta, Guadalupe Taddei Zavala, la cual ya no podrá hacerse de la vista gorda y tendrá que actuar en consecuencia por mandato judicial.

El mandatario acusó al INE en su conferencia mañanera de actuar con la Santa Inquisición, pero lo cierto es que AMLO tendrá que sujetarse al orden constitucional le guste o no, además de que las demandas en su contra aumentarán no solo por parte de la senadora Xóchitl Gálvez, sino de enardecidos ciudadanos comunes, y aunque el mandatario goza del manto protector del Poder Legislativo, el que prácticamente se ha pintado de guinda, el Poder Judicial de la Federación le ha advertido en forma clara que, si insiste en violentar la ley, podría ser destituido, como ya una vez lo destituyó cuando fue jefe de Gobierno de la Ciudad de México. El caso del predio El Encino en Santa Fe, todavía está presente en la mente de muchos mexicanos.

Pobres resultados políticos

Este negro panorama que el propio presidente construyó ha tenido serias consecuencias económicas y políticas, que se reflejarán negativamente para los morenos en el proceso electoral de 2024, ya que ninguna de sus corcholatas tiene el arrastre que el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) requiere para asegurar el triunfo electoral en las elecciones del año próximo y aunque sus cuatro pupilos han gastado muchos millones de pesos en promoción los resultados políticos han sido muy pobres.

Los tiempos políticos ya se le vinieron encima al presidente, para colmo de males en contra suya, sus manotazos en Palacio Nacional han subido de tono y sus autoritarios gritos retumban entre las lujosas paredes del departamento presidencial en la que alguna vez fuera la casa del Emperador Moctezuma; de sus labios ha desaparecido su risa burlona y la prepotencia que lo caracterizaba cuando se paraba frente al atril del Salón Tesorería del Palacio Nacional, está siendo sustituida por muecas de preocupación, impotencia y enojo, que vuelca furioso contra sus clientes favoritos, los conservadores de la prensa crítica.