Por BLAS A. BUENDÍA

Entre las curiosidades de la política mexicana, a ciencia cierta, el populismo que intenta profundizar Andrés Manuel López Obrador y sus corruptos allegados, integrados en el kakistocrático Movimiento Regeneración Nacional, que abarca a la Asamblea que es parte del Congreso de la Unión, incurren en los efectos del ridículo en el plano internacional.

La sociedad, a estas alturas del mal gobierno del Peje Lagarto, se pregunta del ¿por qué?, para hallar una pronta respuesta: porque si buena parte de esa fuga de capitales puede estar en las cajas de seguridad o debajo del colchón, una parte no menor está invertida en activos financieros de los países desarrollados.

Llama la atención que es muy raro que, dentro de este paradigmático esquema de la fuga de capitales, pudiera haber inversionistas que pongan en riesgo sus capitales, depositándolos en la populista Venezuela del chavismo-madurismo, o en la Cuba que sigue sometida al legado de la dictadura de Fidel Castro.

Los capitales prefieren darse a la fuga encontrando hasta paraísos golondrinos, por ejemplo, particularmente hacia Estados Unidos de Norteamérica.

Pero, ¿qué es lo ridículo?: la inseguridad jurídica que genera el populismo, el cual se traduce en una fuga de ahorros hacia países desarrollados, por lo tanto, el resultado grotesco es que países pobres como México, terminan financiando el consumo y la inversión de los países desarrollados.

POPULISMO FINANCIA A PAÍSES RICOS

Paradójicamente el populismo hace que los países pobres financien a los países ricos. Es decir, en lugar de atraer inversiones que generen puestos de trabajo para el desarrollo de los pueblos que toleran a sus gobiernos populacheros, huyen espantados, generándose ipso facto, miles de puestos de trabajo en los países más avanzados.

Por ejemplo, parte de los capitales por U$S 70.000 millones que se fugaron en la era kirchnerista, deberían hoy estar en el sistema financiero local, financiando créditos, y no lo están porque no hubo ni hay seguridad jurídica sobre los derechos de propiedad. Es una errónea política económica que emprende el presidente Obrador, tratar de copiar esquemas que lamentablemente no ofrecen polos de desarrollo, pero sí de marginación.

En la víspera del cambio del gobierno de México, en 2024, el llamado Virrey Andrés que ocupa como residencia el histórico Palacio Nacional, se calza un saco que le queda mucho muy grande, porque está esperanzado en el cúmulo millonario de divisas americanas que mexicanos que prestan sus manos de obra barata en la Unión Americana, envían sus recursos para el sustento de sus familias.

Pero el oclócrata Andrés Manuel festeja a los cuatro vientos el cúmulo de remesas que llegan a México, pese a que da cuenta que es el sudor de millones de connacionales que envían su dinero para que sus familias sorteen la crisis económica, social, obrera y de justicia que vienen azotando a los mexicanos desde sexenios pasados.

Las transferencias de dinero enviadas a México desde California, Texas, Illinois, Arizona y Georgia, sumaron 32 mil 50 millones de dólares, lo que representa el 57% de envíos desde la Unión Americana.

Cuando aborda el tema, López siempre presume el récord histórico de remesas como si fuera un logro de su gobierno, cuando debería darle vergüenza porque las envían los mexicanos que no tienen oportunidades laborales en México o que están huyendo de la violencia, han destacado líderes de asociaciones de migrantes que residen en el paraíso gringo.

ORGULLO QUE DEBERÍA CAUSAR VERGÜENZA

Incluso, el presidente mexicano hace alarde con sombrero ajeno, toda vez que aseguro con un dejo de orgullo, que ya se superó a China en captación de remesas. Comenta que durante el año anterior, México recibió un total de 58 mil 497 millones de dólares, 13% más que en 2021. En síntesis, India, China y México son los tres países que más reciben remesas en todo el mundo.

Reportes de la prensa internacional, indican que de este modo, India vuelve a ser el principal receptor mundial de remesas, con US$83.200 millones en 2020. Mantiene así un primer lugar que ha sostenido, por lo menos, durante 10 años.

El top 10 de los principales receptores de remesas en el mundo lo complementan Filipinas (US$34.900 millones), Egipto (US$29.600 millones), Pakistán (US$26.100 millones), Francia (US$24.500 millones), Bangladesh (US$21.800 millones), Alemania (US$17.200 millones) y Nigeria (US$17.200 millones), de acuerdo con la recopilación de datos de la OIM.

Michal Rutkowski, director mundial del Departamento de Prácticas de Protección Social y Trabajo del Banco Mundial, explica que “los flujos de remesas que envían los migrantes han sido un complemento fundamental de los programas públicos de transferencia de efectivo, que buscan ayudar a las familias que enfrentan dificultades económicas durante la crisis de la pandemia de Covid-19.

“Facilitar los flujos de remesas a fin de brindar alivio a los ajustados presupuestos de los hogares debería ser un componente fundamental de las políticas públicas para propiciar la recuperación mundial tras la emergencia”, puntualizó el funcionario.

En su absurda mitomanía, afirman que México ya descubrió la fanfarronada autoritaria de López Obrador, la cual es una táctica retórica y una severa advertencia sobre sus ambiciones antidemocráticas.

¿Qué es lo que le pasa al presidente?

¿Por qué miente tanto?

Es una tarea que muchos aciertan que su mitomanía no tiene fin, porque se combina de ser un embustero, mentiroso, chapucero, falsario, rollista, trolero, y un larguísimo etcétera.