*Serían evitadas 12 mil 787 muertes al año: Ana Basto-Abreu
*En octubre 2023 inicia segunda fase del etiquetado frontal
*Será más estricta, dice Jorge Vargas, Poder del Consumidor
POR JUAN GARCÍA HEREDIA
Urge una ley para que los industriales reduzcan la sal en sus productos procesados en México, entre ellos sopas y pan, con lo que se evitarían 12 mil 787 muertes anuales por el consumo excesivo de sodio, según informes revelados hoy en conferencia de expertos.
De acuerdo con la investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), Ana Basto-Abreu, con una ley para disminuir el contenido de sodio en alimentos procesados y ultraprocesados en México, podrían reducirse 904 miligramos al día (mg/día) de sodio por persona (25% de baja del consumo de sodio total) y evitar 12 mil 787 muertes anualmente.
Respecto a cuántos productos procesados serían incluidos en una legislación de ese tipo, dijo en la rueda de prensa que son 75 en el país, entre ellos pan, carnes, papas, aceitunas, cosas empaquetadas y sopas.
Por otra parte, en base al investigador de la asociación civil El Poder del Consumidor, Jorge Vargas, con voluntad política podría concretarse en un futuro cercano la reformulación obligatoria de productos procesados en la nación (con una ley como la antes mencionada).
«Estaríamos buscando la mejor oportunidad, la mejor ventana de oportunidad, para poder procurar una ley de reformulación», recalcó Jorge Vargas, del Poder del Consumidor, organismo perteneciente a la Alianza por la Salud Alimentaria.
Según datos de esa Alianza, es necesario que los tomadores de decisión reflexionen sobre la implementación de un conjunto de políticas de reducción de sodio en México, en sinergia con el actual etiquetado de advertencia. Entre estas estrategias, y debido al contexto actual, se debe de considerar principalmente la implementación de una reformulación obligatoria.
SEGUNDA FASE DE ETIQUETADO FRONTAL
Por otra parte, en la rueda de prensa fue dado a conocer que en octubre de 2023 entrará en vigor en el país la segunda fase del etiquetado frontal de advertencia (en empaques de alimentos y bebidas; actualmente con octágonos que informan si algún producto tiene exceso de calorías, de azúcares, de grasas saturadas, grasas trans o de sodio).
La segunda fase es específicamente en los criterios o umbrales de cuánta cantidad de sodio, azúcares y grasas debería tener un producto por 100 gramos, para poder portar el sello; «en ese sentido se hace un poco más estricto», dijo Jorge Vargas, consultado al final de la conferencia efectuada este 27 de septiembre de 2023 en un hotel de la Ciudad de México, donde también participaron la investigadora del INSP, Lilia S. Pedraza, y Fabio Gomes da Silva, de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).