Abolida desde 1962 la pena de muerte en México, por razones políticas más que éticas, ciudadanos se manifiestan por la restauración de la pena de muerte, para los comandos armados, los roba chicos, ladrones homicidas y los feminicidas, cómo medida esencial para restaurar la paz y la tranquilidad en las familias mexicanas.

En una encuesta realizada en la Ciudad de México (CDMX) por el equipo de investigación de ENCUENTRO VITAL (EV) con personas de la calle, gente como usted o como yo, la mayoría de los ciudadanos encuestados coincidieron en afirmar que no es con abrazos sino con la aplicación estricta de la ley, cómo se podrá abatir la delincuencia organizada en el país.

Los entrevistados dijeron estar dispuestos a formar comités civiles armados de autodefensa, si se les proporcionan las armas y el equipo para realizar con éxito esta función, y si hay quien se atreva a donarlas hasta podría desatarse una guerra civil, porque la verdad es que, en México, las cosas ya están muy calientes, el caldo de cultivo que los enemigos de México necesitan para desestabilizar ya está hecho.

Nemesio Gutiérrez, un hombre recio, quien dijo tener 79 años de edad, pero con energía suficiente para empuñar un arma y defender su patrimonio contra los grupos armados, dijo estar dispuesto a pelear “contra los malosos hijos de puta que ya nos tienen hasta la verga”

“Si ellos pueden matar gente porque se les hinchan los huevos, por qué nosotros no, yo soy hombre de campo y he visto que es más fácil tirarles a los hombres que a los venaditos porque los hijos de la chingada se mueven más lento”.

Otro de los entrevistados Rosaura Espinosa Hernández, madre de tres hijos adultos y una madre soltera que trabaja para sostener el hogar, dijo que lleva a sus dos nietos a la escuela con mucha intranquilidad porque comandos armados se están llevando a los niños de las escuelas “para quitarles sus órganos; en esta ya van dos que se roban”.

La mujer de aspecto humilde, a quien se le cuestionó sobre la pena de muerte, dijo que está se debe aplicar a los comandos armados que hacen lo que quieren en la calle sin que nadie les diga nada, pero también advirtió que la gente tiene cada vez menos miedo a la delincuencia organizada “y por nuestros hijos somos capaces de rompernos la madre con quien sea”.

A LOS NARCOTRAFICANTES NO

Se le preguntó entonces si esta pena también sería aplicable a los narcotraficantes y dijo que no, que estos tienen derecho a ganarse sus centavos con la droga, “porque apendejarse con la mota o con las monas es decisión de cada quien siempre y cuando no asesinen a gente inocente en la calle o se metan a matar a las familias en sus casas con la jeta oculta”.

A Evaristo Rentería, un obrero de 32 años también se le preguntó lo mismo y su respuesta fue semejante, a los comandos armados que se les mate, y a los narcotraficantes que los dejen trabajar “y que legalicen la mota para que no haya tanto pedo”.

Fueron más las personas entrevistadas por esta plataforma de noticias, pero ya no exponemos más sus testimonios porque sus opiniones son coincidentes con las de los anteriores encuestados, lo que refleja aun con este escaso sondeo, que el malestar de la población capitalina prácticamente es general, y eso sí que es de preocupar.

Hace algún tiempo el Partido Verde Ecologista de México, planteo la reimplantación de la pena de muerte, pero la iniciativa ni siquiera fue discutida simplemente se le envió a la congeladora como a tantas otras que permanecen ocultas en el archivo del Palacio Legislativo de San Lázaro, a la espera de que alguien la desempolve, pero mientras eso ocurre el riesgo de insurrección en México se incrementa, tal vez fue por eso que el gobierno de la cuarta transformación decidió mantener al ejército en las calles hasta 2028, pero estas son opiniones de ciudadanos que merecen espacio y aquí están.