La recuperación del empleo formal en la Ciudad de México (CDMX) es mera ficción porque por doquier se ven cortinas de acero que protegen vacíos locales en los que alguna vez hubo prósperos negocios con decenas de empleados que diligentes iban de un lado a otro y que hoy trabajan de lo que pueden en el comercio informal.
Tal es el caso de la calle Puebla en la Colonia Roma, Alcaldía Cuauhtémoc, donde alguna vez hubo decenas de refaccionarias en las que se vendían todo tipo de refacciones automotrices y autopartes para colisión, dónde había repuestos para todas las marcas y modelos incluidos los llamados clásicos.
Todo iba bien, los negocios crecían y los trabajadores tenían asegurados sus empleos, pero todo cambió en 2020 cuando una Pandemia llamada COVID-19 cuál si fuera un huracán borró de la calle Puebla las principales refaccionarias y cuál si fueran vestigios, solo sobrevivieron algunos changarros, los que tenían menos gastos, los que tenían menos empleados y los que pagaban las rentas más bajas.
Quien esto escribe se acercó a una mujer policía, para preguntarle si sabía dónde podría conseguir una refacción para un auto europeo, y sin pensarlo la servidora del orden contestó “A lo mejor en la Buenos Aires encuentra lo que busca, pero tenga cuidado en dónde compra, porque mucho de lo que allí venden es roberto y no se vaya a meter en un problema”.
A dos años de la pandemia algunos locales están apenas comenzando a reabrir sus puertas, pero ya no son refaccionarias lo que ha surgido, sino cafeterías con mesas en la banqueta y hasta una tienda Oxxo, lo que quiere decir que la calle Puebla no es ya más la gran abastecedora de refacciones sino una calle más de las muchas que hay en la colonia Roma.