Sin duda alguna Polo Polo fue el comediante más picante de México y quizá de la América Latina, la habilidad que tenía para improvisar chistes y comunicarse con el público lo hicieron famoso, pero desafortunadamente el actor falleció este mes de enero de enfermedad vascular cerebral, un padecimiento que causa pequeños infartos cerebrales durante mucho tiempo, a veces de manera imperceptible.

Esta enfermedad alejó al comediante de los espectáculos en 2016, era una persona muy cálida a la cual apreciaban sus compañeros actores, quienes al enterarse de su fallecimiento reaccionaron de manera inmediata.

El actor falleció como él quería, en su casa y rodeado de su familia, a la edad de 79 años y fue uno de los comediantes más atrevidos que han existido en México.

De acuerdo a Wikipedia, la Enciclopedia Libre, su nombre real fue Leopoldo Roberto García Peláez Benítez, quien nació en la ciudad de León Guanajuato, el nueve de marzo de 1944, en el seno de una familia dedicada a la industria zapatera, quien tras dedicarse por algunos años al oficio de su familia descubre su vocación humorística y decide incursionar en el mundo de las candilejas.

SUS INICIOS EN EL KEOP´S NIGHT CLUB

En sus inicios Polo Polo trabajó en pequeños establecimientos sin percibir remuneración alguna, excepto las propinas que le brindaba el público, hasta que en 1976 le dan la oportunidad de presentarse en el Keop´s, Night Club, un centro nocturno con variedad desde donde comenzó a escalar hacia la fama y fue tanto su éxito en este lugar, que cuando se presentaba a trabajar ya todas las localidades estaban vendidas.

EL PÚBLICO SE CREÍA SUS ANÉCDOTAS

Sus rutinas se caracterizaron por sus referencias sexuales, frases de doble sentido y lenguaje explícito popular relatadas como una supuesta anécdota personal, pero era tal su naturalidad que la gente que los veía las creía como ciertas, de ahí su éxito como comediante en centros nocturnos como del que se ha hecho referencia.

Esa naturalidad que mostraba al actuar hacía que cambiara las historias de sus chistes, aunque el final fueran los mismos de su repertorio y aunque la gente ya se los supiera los contaba con tal gracia, que su público se le entregaba al escucharlos.

Sus rutinas de trabajo, a diferencia de otros comediantes no contuvieron mensajes políticos ni críticas sociales, lo que hacía era ridiculizar la vida diaria con un estilo picante, razón por la cual fue censurado por lo atrevido de sus actuaciones principalmente entre los años ochenta y noventa, pero eso no le importaba porque la gente lo seguía a donde quiera que fuera.

Sin duda los nuevos valores de la comedia en México, tendrán en los videos y programas de televisión en los que Polo Polo participó, a un magnifico maestro, que dio lo mejor de sí mismo en los escenarios y en emisiones como Los Comediantes y La Escuelita, donde sin recurrir a lo picante hacía reír hasta los niños.

Descanse en paz el comediante más picante de los espectáculos en México, pero a la vez uno de los más humanos y sensibles.