Cual salvajes y viles delincuentes carentes de respeto a las instituciones y a la figura de la mujer, fanáticos del presidente Andrés Manuel López obrador (AMLO) quemaron en pleno Zócalo de la Ciudad de México, una figura que para ellos representaba a la ministra Norma Lucía Piña Hernández, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) criminal acto que fue reprobado por muchos ciudadanos, tanto en los medios convencionales de comunicación como en las redes sociales.

Enardecidos por el discurso de odio que su gran líder acababa de pronunciar, de condena inmisericorde a todo lo que se opone a su gobierno, los energúmenos que se quisieron ostentar como representantes del pueblo, incendiaron la grotesca figura de cartón vestida de negro, al grito de Fuera Piña, Fuera Piña.

Actuaban como autómatas, como entes sin voluntad propia, dispuestos a inmolarse si fuera necesario por su caudillo, un hombre que no vacila en pisotear las instituciones con tal de ver cumplidos al pie de la letra sus objetivos, pero eso no les importaba, lo que querían era incendiar el ambiente y lo lograron, pues ni su jefe ni el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, trataron de impedir tal acto de falta de respeto a quienes se han declarado guardianes de la Constitución.

Lo que debió haber sido un acto de celebración del 85 Aniversario de la Expropiación Petrolera, se convirtió en un aquelarre de desmemoriados que hicieron gala del vandalismo del que son capaces, si quienes representan a las instituciones no se doblegan ante López Obrador, algo que no se había visto en muchos años, y no conformes con haber llevado a cabo su fechoría, dichos sujetos guardaron en sus teléfonos celulares imágenes del bochornoso momento.

AÚN LE DUELE EL DESAFUERO

Al presidente Andrés Manuel López Obrador todavía le duele el desafuero al que se hizo acreedor por no respetar la decisión de un juez, y cada que tiene la oportunidad se lanza con su lenguaje de odio contra el Poder Judicial de la Federación; ha dicho y sostiene que el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) es un florero y acusa que tan pronto como llegó al cargo la ministra Piña Hernández, se desató una ola de resoluciones a favor de presuntos delincuentes.

Dijo que apenas estaban juzgando en Estados Unidos al ex secretario de Seguridad Genaro García Luna y que a las tres horas un juez estaba descongelando las cuentas en México de su esposa.

INCIERTO FUTURO DEL PLAN B

Con todo lo que ha sucedido y con este lenguaje de odio que ha vertido con su lengua hacia el Poder Judicial, el presidente de la República sólo está consiguiendo que los ministros de la Suprema Corte cierren filas en contra suya y desechen por inconstitucional la reforma electoral que a la de a fuerzas pusieron en vigor sin haber realizado un análisis previo del Poder Legislativo, sus súbditos de MORENA en la Cámara de Diputados y en el Senado, y su poder presidencial.

Además, se espera que, de un momento a otro, la Universidad Nacional Autónoma de México, concluya el dictamen de apropiación indebida de tesis, que invalidaría la licenciatura en Derecho a la ministra Yasmin Esquivel Mossa, lo que la podría de manera automática fuera de la Suprema Corte, de ahí el amparo que esta promovió contra la Máxima Casa de Estudios, suspensión que además no es definitiva.