El secuestro de personas en México se ha incrementado en más del mil por ciento en el último medio siglo, principalmente el de jovencitas con cinco secuestros por día y en ascenso, razón por la cual una parte importante de la población está furiosa y lo demuestran con los linchamientos, esto es la justicia por propia mano ante la inacción de las autoridades.
Por lo menos una vez a la semana en algún punto del país hay quien informe del hallazgo del cuerpo de una joven cruelmente asesinada tras haber sido mancillada por sus captores.
En México la pena de muerte oficialmente se mantiene prohibida desde 1962 y las distintas iniciativas que han sido presentadas para reimplantarla en contra de ladrones de niños y secuestradores, han sido congeladas por los partidos en el poder, incluyendo al actual, pero el partido que ha sido más insistente en este tema, con iniciativas en tal sentido, es el Partido Verde que desde que se alió con Morena, ha dejado el asunto por la paz.
La desfachatez de los secuestradores es tal, que se atreven incluso a masacrar a las personas que buscan los cadáveres de las víctimas y la Comisión Nacional de Los Derechos Humanos está saturada de denuncias en tal sentido, pero desde que Rosario Piedra, asumió la Presidencia de dicha comisión, su actividad prácticamente ha pasado desapercibidas en lo que va del sexenio del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
*Debe ser extensiva a militares y policías corruptos
Como tal la pena de muerte debería ser aplicable también a los policías y militares corruptos que solapan en vez de combatir tan ilícitas actividades, ya que solo de este modo se lograría inhibir la actividad de esta modalidad de la delincuencia organizada, consideran ciudadanos que fueron encuestados por Encuentro Vital Periodismo de Investigación, Periodismo Siempre Joven.
*Inyección Letal
Hermelinda Guerrero, ama de casa de 29 años, pide se aplique la pena de muerte a secuestradores y ladrones de niños, porque para ella es el único modo de acabar en forma segura con los secuestradores, y garantizar “que no se escapen y continúen lastimando a la sociedad porque de la muerte nadie se escapa”.
Demanda que a estos sujetos se les aplique la inyección letal cuando se compruebe plenamente su culpabilidad y más si se les sorprende en flagrancia y con víctimas resguardadas en casas de seguridad.
*Pena de muerte a los abusadores de niñas.
Karina del Valle, de 41 años, empleada de una empresa de espectáculos, exige que se aplique la pena capital a los ladrones de niños y a los pederastas que abusan de ellos en las escuelas, inclusive en las de educación preescolar.
Acusa que son muchas las escuelas de educación elemental en las que se cometen estos atropellos con la complacencia de directores y maestras.
*Vengadores Anónimos
Ubaldo Pérez, de 45 años, empleado como vigilante en una empresa de seguridad privada, advierte que si las autoridades no se ponen las pilas y persiguen como se debe a los secuestradores, cada vez serán más los vengadores anónimos y las muertes se multiplicarán, porque el pueblo ya no está dispuesto a que lo sigan ultrajando.
*Secuestro, productiva industria del valor no declarado
La del secuestro es una cadena de valor no declarado que comienza desde el momento en el que una persona se presta como informante de las actividades que realizan los candidatos y candidatas a ser víctimas, y en esto los tratantes de blancas tienen una gran participación, además de que corruptos policías en activo los protegen y hasta les dan aviso cuando autoridades superiores los persiguen tal fue el caso de Daniel Arizmendi, tristemente conocido como “El Mocha Orejas”, que varias veces eludió con sobornos a la Policía y que actualmente está preso.
Este sujeto, quien purga una condena equivalente a cadena perpetua, acostumbraba cortar a sus capturados una de sus orejas para enseñarla a sus familiares como prueba de la veracidad del plagio.
Un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) revela que por lo menos cinco personas son secuestradas diariamente a lo largo y ancho del territorio nacional, lo que no se había visto en décadas, porque, aunque se quiera negar en las corporaciones mexicanas existe una gran corrupción, como quedó claramente demostrado con el asesinato en masa de un grupo de estudiantes de la Escuela Normal Ignacio Burgos, de Ayotzinapa, Guerrero.
Los estados de la República Mexicana en los que se registra el mayor número de secuestros son: La Ciudad de México, Guerrero, Baja California y Michoacán. En esta última operan células de los llamados Caballeros Templarios y de La Familia Michoacana.
Sus principales víctimas son: empresarios industriales, políticos, comerciantes, ganaderos, actores, actrices y sus familias, así como jovencitas que luego venden a los tratantes de blancas o simplemente las asesinan tras haberlas mancillado y luego abandonan sus cuerpos en lugares solitarios, crímenes que son cometidos con premeditación, alevosía y ventaja, las tres agravantes que justifican la pena de muerte.
*Solo uno de cada cinco secuestros se denuncia
Pero eso no es todo, de los cinco secuestros que registra la UNAM, hay cinco más que no se reportan, ya sea porque los familiares pagaron los rescates o los delincuentes vaciaron las cuentas de sus víctimas cuando se trata de secuestros exprés lo que arroja un subregistro de por lo menos veinte personas secuestradas por día.
*Maras huyen a México
En la República Del Salvador, los pandilleros conocidos como Maras Salvatruchas, están huyendo del país centroamericano, porque su Presidente ha decidido combatirlos hasta sus últimas consecuencias y condenarlos a sufrir en prisiones especiales donde solamente se les alimenta con pan, tortillas y frijoles, pero muchos están huyendo a México para cometer aquí sus tropelías, pues para estos delincuentes México es un paraíso.