*Uno de los grandes pendientes de los Acuerdos Paralelos del antiguo TLCAN
*No hay marcha atrás
Son varios los rubros por los cuales el Gobierno de los Estados Unidos puede presionar al mexicano de cara al T-MEC y uno de ellos es el tema laboral, lo que constituye una bomba de tiempo cargada por los gobiernos anteriores que inevitablemente estallará en el rostro del Presidente de México y también del Sector Privado, que abusó del tiempo de gracia concedido por Canadá y Los Estados Unidos para nivelar salarios y de este modo no violentar las reglas de origen del acuerdo comercial.
El actual T-MEC establece con claridad las actuales reglas de juego en el tema laboral, quizá sea por eso que AMLO haya dejado entrever que podría abandonar el T-MEC aunque oficialmente no lo reconoció. Lo cierto es que la presión es muy fuerte porque para los Estados Unidos y Canadá México debe cumplir antes del 2024 los compromisos siguientes:
Entre el 40 y el 45% del contenido de los automóviles que se construyan en México, deberá ser fabricado por trabajadores que perciban salarios de al menos 16 dólares la hora, para poder recibir la exención arancelaria del T-MEC, lo cual quedó establecido en las reglas de origen, y podría ser extensivo a otras industrias de interés para Estados Unidos y Canadá.
En un documento en español del gobierno estadounidense que obra en poder de ENCUENTRO VITAL, se dice que para el cumplimiento de este acuerdo laboral el actual T-MEC contiene una innovadora disposición de aplicación, El Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida, ILAB por sus siglas en inglés que permite a los Estados Unidos tomar medidas de aplicación contra fábricas particulares que no cumplan con las leyes nacionales de libertad de asociación y negociación colectiva, así como disposiciones destinadas a mejorar directamente los salarios de los trabajadores y devolver los puestos de trabajo a la industria automotriz estadounidense.
“El T-MEC tiene las disposiciones laborales más fuertes y de mayor alcance de cualquier tratado comercial. El tratado contiene un capítulo laboral que da prioridad a las obligaciones laborales, incluyendolas en el núcleo del tratado y haciéndolas totalmente aplicables”.
“Este cambio es uno importante en comparación con el TLCAN, que solo contiene un acuerdo paralelo sobre el ámbito laboral y beneficiará a los trabajadores y empresas estadounidenses”.
Además, el T-MEC exige que las partes suscribientes adopten y mantengan en sus leyes y en la práctica los derechos laborales tal como los reconoce la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y no renuncien a sus leyes laborales ni las deroguen, así como disposiciones que requieren que las partes tomen medidas para prohibir la importación de mercancías producidas por el trabajo forzoso.
Primera entrega, trabajo especial de Encuentro Vital, Periodismo de Investigación