La Administración de Control de Drogas de los Estados Unidos, conocida por sus siglas en inglés como DEA, denunció que tan solo en 2022, las muertes en la Unión Americana relacionadas con el consumo de fentanilo, sumaron 107, 941 víctimas y culpa de esta situación a los cárteles mexicanos Cártel de Sinaloa y Cártel Jalisco Nueva Generación, que operan en más de 40 países en todo el mundo.
En un informe denominado Evaluación Nacional de la Amenaza de las Drogas 2024, la DEA acusa que dichos cárteles tienen presencia en los 50 estados del país de las barras y las estrellas y que tan solo por el tráfico de fentanilo las ganancias de los referidos cárteles suman muchos miles de millones de dólares
De acuerdo a la información que hoy publica el diario angelino La Opinión, el informe revela que los citados cárteles controlan redes criminales organizadas en todo el mundo, las que desempeñan un papel relevante en la producción y distribución por toneladas, de fentanilo, meta anfetamina y otras drogas ilícitas, los cuales operan también extensas cadenas globales de suministro, desde precursores químicos hasta instalaciones de producción y, además dirigen una compleja red de conspiradores que incluye transportistas internacionales, transportistas, f trans fronterizos, funcionarios corruptos, constructores de túneles, empresas fantasma, blanqueadores de dinero, entre otras actividades ilícitas.
Refiere que la hegemonía de Sinaloa y Jalisco ha eliminado de manera efectiva a toda su competencia en el mercado estadounidense y así crear un monopolio de drogas ilícitas en los Estados Unidos, hechos que según la DEA contradicen al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) quien ha insistido que en México no se produce fentanilo y que el país azteca solo es un eslabón intermedio en la larga cadena de tráfico que empieza en Asia.
El informe establece que el cambio de drogas de origen vegetal como la heroína y la cocaína, a drogas sintéticas como el fentanilo y la meta anfetamina, se ha traducido en la crisis de droga más peligrosa y mortal que los Estados Unidos hayan enfrentado jamás.
FOTO DEL NATIONAL INSTITUTE OF DRUGS
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