A los inversionistas nacionales y extranjeros no les cayó nada bien la reforma al Poder Judicial de la Federación, mediante la cual el pueblo eligirá en las urnas a jueces y magistrados, que no es otra cosa más que la cristalización del plan C del Presidente Andrés Manuel López Obrador, obstinado en cobrar venganza contra Norma Lucia Piña Hernández, ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y del Consejo de la Judicatura Federal y aunque la Presidenta Electa, Claudia Sheinbaum Pardo se reunirá con los líderes del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) encabezados por Francisco Cervanes, se dará cuenta de que los empresarios no confían en las encuestas al vapor y le exigirán certidumbre real so pena de retirar sus capitales e inversiones del país, lo que pondría a México en una situación parecida a la de Venezuela, más no idéntica, porque con los Estados Unidos de América compartimos más de 3,000 kilómetros de frontera..
Prueba de ello es que el llamado super peso de cuya fortaleza tanto se ufanaba el presidente López Obador, sigue en picada y va hacia la caída libre, si la Sheinbaum Pardo no les ofrece garantías reales de seguridad a los inversionistas y no meras promesas, y al respecto cabe señlalar que este martes la moneda nacional amaneció con una cotización a la compra con respecto al dolar de 17.20 pesos por cada billete verde, mientras que a la venta, el peso mexicano se situó en 18.60 pesos lo que representa una depreciación de más de un peso en un solo día, con respecto a la cotización de ayer, si bien no todas las casas de cambio y bancos pesentan una estabilidad pareja, ya que el peso mexicano se mantiene en flotación desde hace muchos años, lo cierto es que la depreciación de la moneda mexicana es real.
La situación es delicada, pues los empresarios están conscientes de que el único contrapeso real que le falta abaatir al Ejecutivo Federal, es el Poder Judicial de la Federación, representado por el Consejo de la Judicatura Federal y la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ambos bajo la dirección de la ministra Norma Piña, pero desafortunadamente las clases débiles, los más pobres, que ya son 50 millones, son los primeros en resentir en sus bolsillos los vaivenes del tipo de cambio, pues con la fluctuación del peso frente al dolar estadounidense lo primero que suben son los alimentos procesados, como las sopas Maruchan, bebidas como la Coca Cola y otros productos que las personas necesitadas compran en cantidades asombrososas, razón por la cual el sobrepeso y la obesidad se mantienen en el país como el principal problema de salud pública.
En el empresariado tanto el nacional como extranjero, existe el temor de que detras de la Presidenta Electa Sheinbaum Pardo siga gobernando López Obrador, y temen que la reforma judicial afecte sus inversiones no solo las ya existentes sino las que están por venir con el llamado Nearshoring.
De acuerdo al documento oficial los objetivos de la Reforma son sustituir al actual Consejo de la Judicatura Federal por órganos administrativos y disciplinarios independientes; Pretende una nueva integración de la SCJN, esto sin ser mal pensados significa quitarle el puesto a los actuales ministros y dejar en su lugar a gente como Lenia Batres o Yasmin Esquivel Mossa, para que el Ejecutivo como ocurre en el Legislativo decida a sus anchas lo que haya que hacer, esto es quitar de una vez por todas el único contrapeso real que tiene el Poder Ejecutivo, de ahí el nerviosismo que existe en los mercados porque están en riesgo los capitales, lo que para ellos es una cuestión muy seria pues primero que la política está la seguridad de su dinero.
Otro de los objetivos de la Reforma Judicial que plantea López Obrador y que será discutida por la próxima Legislatura, con mayoría de Morena es la elección popular de ministros, magistrados y jueces, para supuestamente garantizar legitimidad democrática de las y los impartidores de justicia, así como nuevas reglas procesales que garanticen la justicia expedita y el equilibrio entre poderes, lo que en realidad será un desequilibrio, y as con presiones al tipo de cambio es como lo manifiestan los grandes empresarios, los que manejan el poder económico a través de los mercados, no solo en México, sino en el resto del mundo, pues sin inversiones no se generan capitales y sin capitales no hay dinero para pagar impuestos y mucho menos el sostenimiento de los programas sociales, porque el dinero en términos reales, no se da en maceta, hay que generarlo y eso lo sabemos ustedes y nosotros estimados lectores.