A medida que los precios se disparan, aumenta la presión por establecer un límite al precio del gas y de la electricidad en la UE. ¿Cómo funciona el mercado eléctrico? ¿Se puede reformar para evitar tanta inestabilidad?
La Unión Europea (UE) propuso por primera vez establecer un tope al precio del gas y de la electricidad en marzo pasado, luego de que los tanques rusos entraran en Ucrania.
Desde la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, se dijo entonces que el bloque debería considerar «opciones para una intervención temporal en el mercado a corto plazo, para limitar los aumentos de precios». Seis meses después, aún no se ha impuesto un límite en toda la UE.
La República Checa, que ocupa la presidencia rotatoria del bloque por seis meses, convocó la víspera una reunión de emergencia de ministros de Energía de la UE para este 9 de septiembre.
Si bien algunos proveedores producen su propia energía, la mayor parte del precio que pagan las empresas de electricidad lo establecen los mercados financieros, donde los productores, las empresas de servicios públicos y los especuladores compiten en función de la oferta y la demanda.
A los productores de electricidad se les paga el mismo precio a pesar de tener gastos muy diferentes. Las centrales eléctricas de gas son mucho más caras de operar que las eólicas o solares y, por dicha razón, tienden a establecer el precio general del mercado.
El gas también exige una prima, ya que se utiliza para responder a las fluctuaciones en la demanda de electricidad. Las centrales eléctricas de gas pueden funcionar con rapidez en períodos de máxima demanda.
Algunos expertos de la industria ahora creen que los precios probablemente se mantendrán elevados durante varios años. El presidente ejecutivo del gigante energético Shell, Ben van Beurden, dijo en una conferencia en Noruega que los altos precios podrían durar «varios inviernos» y habló de la posible necesidad de racionar la energía.
La ministra de energía de Bélgica, Tinne Van der Straeten, advirtió que los próximos «cinco a diez» inviernos serán «terribles» si no se hace nada para limitar los precios.
Nathan Piper, analista de petróleo y gas de Investec, dijo a la agencia de noticias PA que «la era de la energía más barata ha terminado» a medida que Europa reduce su dependencia de la energía rusa y aumenta la demanda de gas natural licuado (GNL).
Fuente: dw.com