Poco a poco los testigos protegidos que han comparecido en el juicio que se le sigue en Estados Unidos al ex zar de la justicia en México, Genaro García Luna, están hundiendo al ex funcionario que con paciencia en el banquillo de los acusados escucha las imputaciones en su contra que le podrían significar la cadena perpetua o una sentencia de diez años si optase por declararse culpable de los cargos que se le imputan y buscar de este modo una reducción de pena en el juicio que se le sigue en la Ciudad de Nueva York.

De acuerdo a la información que publica en su edición de hoy el Diario La Opinión, de Los Ángeles, California, el quinto de los testigos reveló más pagos millonarios al otrora titular de la Secretaría de Seguridad Pública durante la Administración de Felipe Calderón quien actualmente radica en España al igual que Enrique Peña Nieto, los cuales optaron por el exilio dorado ante el temor de ser detenidos en Estados Unidos o en México para ser llevados a juicio.

Fuertemente protegido, Israel Ávila llegó a la Corte de Brooklyn, con un traje de recluso, quien se identificó como el contador de los hermanos Mario Pineda Villa, alias el MP y Alberto Pineda Villa alias el Equis o Borrado, quienes pertenecieron a la organización de los hermanos Beltrán Leyva, pero formaban parte del Cártel de Sinaloa antes del rompimiento que desató la guerra entre narcos en 2008, que en México costara más de cien mil vidas.

Israel Ávila reveló que García Luna recibía mucho dinero de los grupos criminales a cambio de protección e impunidad a quienes le daban entregas de hasta tres millones de dólares para que los dejase actuar, pero que el nombre del ex funcionario calderonista no aparecía en los libros contables de la organización, sino los de El Tartamudo y El Metralleta, aunque en el Cártel sabían muy bien que se trataba de García Luna, por su problema al hablar.

El testimonio del preso al fiscal Erin Reid, permitió conectar elementos revelados por dos de los anteriores testigos como Sergio Villarreal Barragán, alias El Grande, y Oscar Nava Valencia, apodado El Lobo, incluida la protección de García Luna a las organizaciones criminales.

FOTO DE EL IMPARCIAL