La senadora  Lilly Téllez se enfrentó verbalmente al presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores, Alejandro Armenta, acusándolo de ser tapadera de la corrupción y  de robarle su tiempo en tribuna por que éste no le permitía expresar con toda libertad su sentir por la masacre de 40 migrantes en un albergue de Ciudad Juárez, Chihuahua, que en realidad fungía como una prisión clandestina, donde se extorsionaba hasta con 5,000 dólares a cada extranjero que caía en ese lugar, hecho que la legisladora calificó como Crimen de Estado.

Armenta, que interrumpió a la senadora en más de cuatro ocasiones porque no le gustó el fuerte tono de franqueza en el que la senadora Téllez se expresó. Hizo que Lilly Téllez enfureciera, lo que causó que varias senadoras morenistas pidieran la palabra para defender a Armenta, con argumentos que ni siquiera venían al caso, porque en realidad no tuvieron palabras para defender coherentemente lo indefendible.

Hubo una legisladora que luego de calificar de mentirosa a la oradora, amenazó inclusive con demandar legalmente a Lilly Téllez, porque dijo que los acuso de “borregos” y que no tenía por qué generalizar, y que ya bastaba de insultos contra los legisladores de MORENA.

Armenta sintiéndose arropado por la mayoría de su bancada, se envalentonó y también enfrentó a la Téllez diciéndole que él era un caballero, pero ya no le permitió continuar en tribuna. Esta agria discusión causó que la transmisión en vivo que se efectuaba de la sesión en el Canal del Congreso, se interrumpiera varias veces, para que la Opinión Pública no se enterara de lo mayúsculo del sainete en el que la también comunicadora de televisión expresaba con centrados argumentos un tema que mucho le dolía a la bancada del Partido MORENA, que ya no las trae todas consigo en las elecciones de 2024 que serán las más concurridas y polémicas de la historia en México.

EL ALBERGUE FUNGÍA COMO PRISIÓN Y CENTRO DE EXTORSIÓN

Y es que conforme transcurren las horas, se descubren nuevas verdades de la enorme corrupción que se vivía cotidianamente al interior de esa estación migratoria, que en realidad fungía como una prisión contra personas inocentes cuyo único delito fue haber cruzado ilegalmente desde su país hacia territorio mexicano en busca de mejores oportunidades de supervivencia.

Hoy se sabe que el delegado del Instituto Nacional de Migración (INM) Salvador González Guerrero ordenaba redadas a lo largo de la frontera con los Estados Unidos, para cazar indocumentados y llevarlos a ese albergue del que para salir había que pagar sumas de hasta cinco mil dólares, lo que se convirtió en un negocio redondo para González Guerrero y sus secuaces, a decir de testigos de la tragedia que viven en Ciudad Juárez.

Con lo anterior quedó claramente demostrado que el de López Obrador es un gobierno corrupto, donde la colusión y la mentira son los ingredientes principales y que la llamada política de austeridad es sólo un pretexto para saquear las arcas de la nación, como también quedó demostrado con el fraude en SEGALMEX donde su director Ignacio Ovalle Fernández, ha permanecido impune.

La senadora por Sonora Lilly Téllez quien llegó al escaño que hoy ocupa abanderada por MORENA, tiene razón en sus dichos, lo lamentable es que el gobierno insista en defender como castillo de la pureza, algo que en realidad es una cloaca.

El Presidente de la República, fue el primero en conocer el video de la masacre que hoy circula abiertamente en redes sociales y minimizó la culpabilidad de los responsables al acusar a los migrantes de ser los únicos responsables de la quema de personas que ahí ocurrió.