Por BLAS A. BUENDÍA

Con dedicatoria única para quien indebidamente ostenta el Poder del Ejecutivo —obtenido con base al sistemático engaño que forma parte del fenómeno de la kakistocracia, impulsado propiamente por comunistas enfermizos—, México sigue siendo inducido a la completa degradación del tristemente célebre líder de la Cuarta Transformación, oscuro personaje que tiene visos y tendencias retrógradas de encaminar a esta grandiosa nación al ostracismo mundial y convertirlo en la segunda Cuba de América Latina. Otro modelo del sanguinario socialismo que se resiste a morir.

Quienes respetan al Derecho saben que la ley aparece definida en diccionarios jurídicos como “el precepto dictado por la suprema autoridad en que se manda o prohíbe algo en consonancia con la justicia y para el bien de los gobernados”, señala la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A. C.

Edmund Burke fue un político inglés, considerado como el precursor del liberalismo conservador británico, nació en 1729 y falleció en 1797 y su pensar fue ampliamente influenciado por Aristóteles, Séneca y Montesquieu en su conocida obra de Indagaciones Filosóficas (1757), escribiendo: “La ley y el poder arbitrario se hallan en eterna discordia”.

Pero en la realidad —apunta— en esta Cuarta Transformación de la Nación, la ley para su existencia no requiere armonía de la justicia con el Poder Ejecutivo Federal, ni la bondad y deseo de Andrés Manuel López Obrador para respetarla.

“Las exigencias de lo que debe ser la ley en el México de hoy no son cubiertas. Si se cumpliera con dichas reivindicaciones tendríamos una suntuosa aplicación del orden jurídico, sin embargo, en el presente sólo existen caprichos u ocurrencias surgidas a raíz del pensar del Primer Magistrado de la Nación”.

En ese malabarismo político, la citada Academia precisa que “ilustres catedráticos de nuestra querida Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, a mediados de los lejanos años sesentas, con sus conocimientos nos hicieron comprender que la ley es la expresión de la voluntad del pueblo, manifestada a través de la interpretación adecuada de los órganos jurisdiccionales competentes, para regular la vida de los Estados Unidos Mexicanos, acorde a los principios jurídicos, políticos y sociales, contenidos en la Carta Magna”.

Subraya: “Para que la Ley obligue su cumplimiento o la abstención de lo que prohíbe hace falta que Andrés Manuel López Obrador, deje de pensar en que ‘no me vengan con esos cuentos de que la ley es la ley’”.

Y enfatiza: “Todos los juristas y estudiantes de Derecho sabemos que una vez aprobada una ley hay que cumplirla, iniciando por el Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, en razón a que él juramentó acatarla”.

Si bien es este el requisito esencial para tener un México de justicia y prosperidad, acota que “el Poder Ejecutivo  tiene la obligación de conocer lo que es la ley, de no ser así resulta monstruoso, como lo fue la expresión asentada y referida a la toga del Primer Magistrado de la Nación”.

“Es muy sabido por el Derecho que si el Poder Ejecutivo no conoce la ley, porque no se ha enterado de su contenido y obvia así su aplicación, ello destruye la democracia y conduce sólo a la anarquía más absoluta”, ungió a todos los actores políticos para obligar al Ejecutivo que se deje de juegos y gobierne realmente en el poco tiempo que le queda seguir presumiendo que es el Presidente de México.

Por ello, mediante éstas breves líneas la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A.C., en estrecha hermandad con las togas de la Barra Nacional de Abogados, insta a Andrés Manuel López Obrador se aplique en el estudio de nuestras leyes y se abstenga de menospreciarlas.

“¡Es cuanto!”, puntualizó la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A. C., que preside el prestigiado penalista Alberto Woolrich Ortiz.

Lo cierto es que como se apuntaba en líneas anteriores, México vive en la completa degradación, toda vez que para el tristemente célebre líder de la 4T,  “no existe ni la Constitución, ni la Justicia, ni la Dignidad, ni la Congruencia, ni la Decencia, ni la Diplomacia, ni el respeto a la Democracia, y mucho menos el amor por México”, que por su culpa y en complicidad de un Congreso que actúa bajo consigna, se han transmutado en ¡Enemigos de la Patria!, y lo caótico, Andrés Manuel López Obrador, se “distingue” como el enemigo número uno a vencer.

La Ley y el Orden desde siempre se las ha pasada por el arco del triunfo, por eso explota, de forma chispeante la frase “A mí me hacen lo que el viento a Juárez”, narrada por el historiador y escritor originario de la Ciudad de México, Fernando Benítez, quien en 1986 publicó una biografía de Benito Juárez García, el Benemérito de las Américas, denominada Un indio zapoteco llamado Benito Juárez.

Gracias a las benditas redes sociales, las cuales tienen una singular penetración a nivel mundial, casualmente se acusa en este mes en que se celebra el Día de las Madres, una extraordinaria reflexión: “¡Madre no es la que engendra, sino la que vamos a valer si vuelven a votar por MORENA en las próximas elecciones!”

Reportero Free Lance *

Premio México de Periodismo Ricardo Flores Magón-2021

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