*En riesgo la salud de millones de mexicanos
*Adultos Mayores gastan en medicinas 41.2% de su ayuda bimestral
*AMLO Culpa una vez más de sus errores, a la Industria Farmacéutica
Información Exclusiva
Parte 2
El desmantelamiento del sistema mexicano de salud que ejerció durante su mandato el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha repercutido de manera brutal en el bolsillo del mexicano promedio, quien actualmente gasta en salud el 41.2% de sus ingresos en términos reales, y a quienes más golpea es a los adultos mayores, que tienen que gastar en medicinas casi la mitad de la ayuda bimestral que les proporciona el gobierno de la Cuarta Transformación de la República.
La última de las aberraciones de la actual administración gubernamental fue la eliminación de 35 Normas Oficiales Mexicanas, que dejan en el desamparo jurídico a millones de mexicanos que requieren servicios de salud, y que además ponen en riesgo su integridad física si las intervenciones quirúrgicas que les practiquen en el IMSS o el ISSSTE no son las adecuadas.
El presidente López Obrador busca culpables que paguen tan absurda política y los encuentra en las empresas de innovación tecnológica que integran la industria farmacéutica, a quienes acusa de mercaderes del dolor, lo que además de injusto es inmoral y de paso, entorpece las buenas relaciones que su gobierno debiera tener con esta industria para no caer en el desabasto de medicamentos que ya es crítico en organismos de salud pública como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)
Las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) fueron diseñadas para regular el sistema de salud de nuestro país, y en su estructuración intervinieron los científicos más relevantes de prestigio internacional como el doctor Jesús Kumate Rodríguez, ex secretario de Salud, a quien se le atribuye la erradicación de la poliomielítis salvaje del país, debido a la intensa campaña de vacunación que se ejerció durante su gestión; Enrique Ruelas Barajas, quien fue Secretario por cinco años, del Consejo de Salubridad General y presidente de la Academia Nacional de Medicina, solo por citar algunos, y el propósito de tales normas fue proteger lo más posible la seguridad jurídica de los usuarios de los servicios de salud.
Vale la pena señalar que las NOM como tal son regulaciones técnicas de observancia obligatoria que expiden las dependencias de la Administración Pública Federal para establecer las características que deben reunir los procesos de las empresas para que al observarlas no se ponga en riesgo la salud de las personas, razón por la cual se deben revisar cada cinco años para actualizarlas, pero de ningún modo cancelarlas.
Entre otras se cancela la norma que rige la prevención, diagnóstico, tratamiento y vigilancia del cáncer de mama, en la que se establecen los lineamientos que deben seguir los agentes de la salud para el tratamiento de esta costosa enfermedad.
También fue cancelada la norma oficial mexicana que rige la prevención, tratamiento y control de la diabetes mellitus B, en la que se definen con claridad, los procedimientos y las acciones que en forma obligatoria se deben tomar para reducir la incidencia de esta enfermedad.
Abre puertas a competencia desleal
Para el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, de la Secretaría de Salud, Hugo López Gatell, la observancia de las Normas Oficiales Mexicanas ya no es necesaria, porque dice que el gobierno tiene capacidad para atender treinta y cinco y más enfermedades, pero los expertos en salud, como siempre, tienen otros datos.
Con la eliminación de tales normas los afectados ya no podrán demandar a los hospitales del IMSS o del ISSSTE por prácticas médicas deficientes, lo que además resulta violatorio al derecho a la salud y su seguridad que tienen los mexicanos conforme al Artículo 4 Constitucional.
La eliminación de las NOM impide que haya guías del mínimo de atención para las enfermedades que se contemplan en dichas normas, lo que abre el camino de la comercialización a empresas farmacéuticas cuyos medicamentos no cumplían con tales normas, como las cubanas, lo que de entrada resulta un peligro para la salud de los consumidores que pudieran hacer uso de tales medicamentos, así como una competencia desleal para las industrias de investigación farmacéutica que sí cumplen con tales procedimientos.
Juez y parte
Con la cancelación de las NOM el gobierno se convierte en juez y parte de sus instituciones, ya que será la Secretaría de Salud la que determine si el paciente recibió una buena o mala atención médica, en suma, que los hospitales trabajen sin reglas.
Fin de la segunda entrega. Continuará.
FOTO EL SOL DE MÉXICO