Es la segunda vez que el gobierno del socialdemócrata Olaf Scholz toma una medida de este calado en medio de una guerra económica contra Moscú para privar al presidente ruso, Vladimir Putin, de ingresos para financiar la guerra de Ucrania.

La primera vez fue en abril, cuando puso bajo su tutela a Gazprom Germania, filial de la gasista estatal rusa, en una medida sin precedentes.

La decisión de poner a las filiales alemanas de la petrolera estatal rusa, Rosneft Deutschland y RN Refining & Marketing, bajo administración fiduciaria de la Agencia Federal de Redes se tomó para asegurar el funcionamiento de las refinerías de petróleo de Schwedt -a donde llega el oleoducto Druzhba-, Karlsruhe y Vohburg, anunció el Ministerio de Economía de Alemania.

El trasfondo es el embargo de petróleo a Rusia por la invasión de Ucrania. Según informaciones anteriores del Ministerio de Economía alemán, el operador ruso Rosneft tiene poco interés en apartarse del petróleo ruso.

Rosneft Deutschland representa un total de alrededor del 12 % de la capacidad de procesamiento de petróleo de Alemania, lo que la convierte en una de las mayores empresas de procesamiento de petróleo en Alemania, según el ministerio.

Mientras, las dos filiales de Rosneft han importado hasta ahora crudo por valor de varios cientos de millones de euros desde Rusia a Alemania cada mes.

Fuente: bbc.mundo