El Sistema de Transporte Colectivo de la Ciudad de México (CDMX) conocido comúnmente como Metro, vive uno de sus momentos más dramáticos y peligrosos, pues la falta de mantenimiento del que careció durante décadas ha convertido en riesgoso el uso de este medio de transporte que a diario usan más de siete millones de personas.

Los trenes más viejos, con antigüedad hasta de 50 años en el Metro de la CDMX no se jubilan, se trasladan a las líneas de menor afluencia, como la que corre de Santa Anita a Martín Carrera, pero en las horas pico estos trenes se sobre saturan, lo que causa incendios y humaredas en los trenes por el exceso de carga, que son cada vez más frecuentes, porque no hay que olvidar que el Metro, es un sistema de transporte eléctrico.

Estos usuarios en promedio aportan diez pesos diarios de consumo per cápita, que, si se suman, representan ingresos mínimos por 35 millones de pesos diarios, 1050 millones de pesos al mes, 12,600 millones de pesos anuales sin contar los ingresos millonarios por venta de publicidad en andenes, renta de locales y otros ingresos.

Pero, ¿a donde va a parar este dinero?; ¿Quién o quiénes auditan a quienes administran esta forma de transporte? ¿Por qué se le dejó caer en el abandono durante tantos años? ¿Dónde se registran los cuantiosos ingresos por concepto de recargas de tarjetas de movilidad integrada? ¿Por qué es tan poco transparente el manejo de la administración del Metro y, porqué muchos de sus documentos están reservados como información no autorizada? ¿Por qué no fue bien diseñada la Linea 12 del Metro desde su construcción y por qué el actual canciller Marcelo Ebrard se obstinó en comprar trenes que según los expertos no eran aptos para la línea que originalmente se había trazado? Son muy pocas las respuestas que las autoridades han ofrecido a este respecto hasta la fecha.

Claudia Sheimbaum, actual Jefa de Gobierno, culpa a sus antecesores de los problemas que arrastra el Metro y ha tratado de menguar un poco el problema, con la compra de nuevos trenes y la lenta remodelación de estaciones que quiérase o no perjudican a los usuarios y les causan molestias, pues son solo mejorales ante el mantenimiento mayor que requiere el Metro.

Es por eso que durante mucho tiempo se ha dicho que el Metro de la CDMX, es una caja chica donde los jefes de Gobierno se sirven con la cuchara grande, así como fuente de ingresos de dinero en efectivo de campañas políticas de los Presidentes de la República en turno, recursos que en realidad no son rastreables..

ELENA CHAVEZ, DEVELA ALGUNOS ROSTROS

En su libro “El Rey del Cash” la periodista Elena Chávez, describe con gran fidelidad la forma en que dice opera esta caja chica, lo que en parte explica el enorme abandono del que fue objeto el Metro en pasadas administraciones donde los morenistas ocuparon puestos claves en el gobierno, que es pese a todo el transporte más socorrido por los más de 20 millones de personas que conviven en la ciudad entre residentes y población flotante, sin contar a los visitantes extranjeros que también usan el Metro, toda vez que había que proveer de recursos al entonces innombrable, donde la hoy secretaria del Bienestar, Ariadna Montiel, tuvo un papel protagónico.

Primera entrega. Continuará.