Haber puesto en la congeladora de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) el Plan B Electoral del Presidente Andrés Manuel López Obrador, así como su Ley de Comunicación Social e invalidar el traspaso de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa, por ser todas ellas inconstitucionales, ha hecho que la mayoría morenista y sus aliados tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado de la República hayan puesto el grito en el cielo y ahora en consecuencia pretenden reformar el Poder Judicial.
Acostumbrados a hacer en el sexenio lopezobradorista lo que les viene en gana, a los de Morena no les gusta respetar la ley, les fascina la opacidad y las turbulencias, prueba de ello es que mantienen inmovilizado al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) porque no les gusta ser transparentes ni respetar la ley.
Sin embargo, reformar el Poder Judicial, al ser un poder independiente del Legislativo requiere de las dos terceras partes del Congreso de la Unión para elevar sus modificaciones a rango Constitucional, les faltan votos, por más que le coqueteen al Partido Revolucionario Institucional (PRI) para logar tales fines, además de que el tiempo se les acaba y por lo que se vio el pasado 13 de noviembre, en 2024 ya no tendrán una mayoría abrumadora por muchos que sean sus aliados.
A este respecto Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, señaló que México requiere de un nuevo sistema de justicia, con jueces honestos, que no tengan aptitudes de complicidad, corrupción o de vendettas políticas.
Reconoce que los votos no les alcanzan
Reconoció que en esta materia hay un déficit con la gente, por lo que es necesario coincidir en una reforma constitucional que permita construir el sistema de justicia que merecemos los mexicanos.