Con sus declaraciones de presunta anulación anticipada de las elecciones del 2 de junio, Ricardo Monreal Ávila, coordinador de los diputados del partido MORENA enturbia el proceso electoral y actúa como un lacayo más del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien a su vez se acerca al final de su mandato de un país que durante su gestión prácticamente ha sido incendiado por el crimen organizado y los golpeadores de siempre al servicio del partido guinda.
Acusar a la ministra Norma Lucía Piña Hernández, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de tener una alianza confesada con los partidos Acción Nacional y Revolucionario Institucional y de la intención de intervenir en el Tribunal Electoral para anular la próxima elección, es por demás irresponsable, demuestra una clara falta de respeto a los partidos políticos de oposición, al Instituto Nacional Electoral (INE) y refleja un triunfalismo de su partido MORENA, que está lejos, muy lejos de verse en los hechos porque el tsunami López Obrador no se repetirá de nuevo y además el inquilino actual tendrá que salir del Palacio Nacional, como un ciudadano más, sin guardias ni gacelas que lo protejan y ya sin fuero tendrá que enfrentar las acusaciones que le han imputado congresistas del otro lado de la frontera.
Con su incendiaria actitud, Ricardo Monreal demuestra su nerviosismo de que la elección no está definida y que como político tuvo que ceder a sus aspiraciones personales de ser presidente de la República, porque la elección interna de antemano ya estaba decidida y la ungida era Claudia Sheinbaum Pardo, una mujer que como jefa de gobierno ordenó el despido de los investigadores internacionales que había contratado para que esclarecieran las causas del fatídico accidente de la Línea 12 del Metro, en el que 27 personas perdieron la vida y 79 más resultaron heridas cuando estos le presentaron sus conclusiones.
Haber difundido en redes sociales que «a pesar de la demostrada actitud ilegal de la magistrada, confiamos en el Tribunal Electoral, no en la Corte, no en la presidenta que decidió ser parte del proceso. como parte y coordinadora de la alianza opositora«, reflejan a un cartucho quemado de la Cuarta Transformación que se aferra a ser considerado por Claudia Sheinbaum, candidata de la alianza Sigamos Haciendo Historia, como si fuera un clavo ardiente.
El coordinador de los senadores de MORENA hizo referencia a información vertida en medios de comunicación, acerca de los intentos de la presidenta de la Corte para intervenir en la vida interna del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que aunque es parte del Poder Judicial Federal, tiene plena autonomía e independencia, pero sin haber presentado pruebas contundentes que lo demuestren, fiel al más puro estilo de la Cuarta Transformación, movimiento que en realidad no transformó nada y sí destruyó instituciones, un aeropuerto internacional de primer mundo por supuesta corrupción que jamás se comprobó y por si no fuera suficiente vulneró organismos autónomos como el INAI. Esta es la verdad y hay que decirla.
FOTO DEL GRUPO PARLAMENTARIO MORENA SENADO DE LA REPÚBLICA