El Hospital de Traumatologia y Ortopedia Lomas Verdes, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) está al borde del colapso por la saturacion a la que ha llegado, en parte por la incorporacion de 50 millones de mexicanos, del Programa IMSS Bienestar, que de manera gradual se están incorporando al universo de más de 20 millones de trabajadores asegurados por obligación laboral y sus beneficiarios, tan es así que incluso a pacientes graves fracturados de la cadera u otras partes vitales, no se les proporcionan ni siquiera sillas de ruedas para su internamiento, pues las seis que están disponibles para el servicio de urgencias, están ocupadas de manera permanente por las decenas de solicitantes que a diario acuden a ese nosocomio, por lo cual pacientes con lesiones graves se fracturan todavía más desde su entrada al hospital, lo cual le consta a quien esto escribe y puede sar testimonio de ello..
Esto se debe a que este hospital del tercer nivel de atención, antaño uno de los más prestigiados de América Latina, se sostiene prácticamente con alfileres, al tener que trabajar con el mismo presupuesto, el mismo personal y las carencias de décadas que arrastra la institución pero con más carga laboral y que han puesto al IMSS en una situación práctica de quiebra técnica desde hace ya dos sexenios, razón por la cual los equipos no siempre funcionan en forma correcta y a menudo debido a esta situación donde los traumatólogos dispnibles no se dan abasto con tanto trabajo, los pacientes son mal diagnosticados, lo que incrementa el nivel de riesgo para los derechohabientes que son llevados al servicio de urgencias.
Y, lo mismo ocurre con las ambulancias, contadas son las disponibles para trasladar a pacientes graves, y el autor de esta información, pudo constatar el momento en que un paciente fue internado por socorristas de la Cruz Roja Mexicana, en estado crítico y como fue que falleció quince minutos después; las historias de horror dentro de las instalaciones del Hospital de Traumatología y Ortopedia Lomas Verdes, se viven momento a momento cuando se hace acto de presencia en la sala de urgencias, donde resulta común ver a pacientes graves que son internados con profusas hemorragias por heridas de bala en la cabeza, personas con fracturas graves en costillas o caderas, por accidentes en motocicletas, que ver a hombres o mujeres baleados por la delincuencia organizada, las cuales tienen que esperar a ser valoradas en incómodas sillas, donde lo único que pueden hacer es quejarse y si los gritos de dolor son muy agudos, ahí mismo llega una enfermera con una inyección para calmar los dolores.
En este nosocomio, Encuentro Vital Periodismo de Investigación pudo constatar que la falta de camas es catastrófica , y los pacientes son hospitalizados en sillones parecidos a un reposet de los años setenta del pasado siglo, y aunque está prohibido terminantemente tomar fotografías o videos dentro de las instalaciónes que son resguardadas por elementos que pertenecieron a la Policía Federal, que están en proceso de liquidación, pero que tampoco son Guardia Nacional, los cuales vigilan de manera férrea que nadie capture imágenes de ningún tipo.
El Infierno Comienza Desde el Acceso
El viacrucis para los pacientes y familiares comienza desde el acceso, ya que mientras el acciderntado permanece sentado en las incómidas sillas a las que hemos hecho referencia para ser valorado, muy deterioradas además por el intenso uso, su familiar se tiene que formar en inmensas filas para esperar que uno de los policiías federales le proporcione el tichek que le dará acceso al servicio de urgencias, y ya una vez con el comprobante de acceso en la mano, que es parecido a los que se proporcionan en los bancos para accesar a las ventanillas, una enfermera toma los signos vitales al paciente recien ingresado, y poco después lo recibe una médico de guardia, la cual hace una serie de preguntas al o la paciente, y si lo considera pertinente, le da acceso al servicio de trial o imagenología, donde al accidentado se le toman placas para su valoracíón inicial.
La reasignación de turnos con el especialista
A menudo sucede también que en el Hospital de Traumatología y Ortopedia Lomas Verdes, son tantos los accidentados que acuden a la institución, que si no se les valora en el primer turno, se les reasigna para el siguiente o hasta el tercer turno, si la afluencia es demasiada, para lo cual se le entregan al familiar del paciente unas hojas en las que se determina el grado de urgencia de un internamiento, así tenemos que, las hojas marcadas con la palabra azul, es para los pacientes de baja urgencia, las verdes son para los pacientes de mediana urgencia, las amarillas para los pacientes graves en primer grado, y las rojas para los pacientes que son internados en estado crítico y todo esto se traduce en innecesaria pérdida de tiempo y sufrimiento para los pacientes y sus familiares.
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