Cardiólogos de Cedars-Sinai reportan que la forma del corazón cambia a lo largo de los años y, por lo general, se vuelve más redonda con el tiempo y especialmente después de un evento cardíaco importante como un ataque al corazón.
«Un cambio en la forma del corazón puede ser un primer signo de enfermedad», comenta la Dra. Christine M. Albert, MD, MPH, presidenta del Departamento de Cardiología del Smidt Heart Institute y autora del estudio. «Comprender cómo cambia un corazón cuando se enfrenta a una enfermedad, aunado a contar con imágenes más confiables e intuitivas para respaldar este conocimiento, es un paso fundamental en la prevención de dos enfermedades que alteran la vida».
Los hallazgos, publicados en la nueva revista médica Med- Cell Press, revisada por pares, utilizaron el aprendizaje profundo y el análisis avanzado de imágenes para estudiar la genética de la estructura del corazón. Sus resultados fueron reveladores.
«Descubrimos que las personas con corazones esféricos tenían un 31 % más de probabilidades de desarrollar fibrilación auricular y un 24 % más de probabilidades de desarrollar miocardiopatía, un tipo de enfermedad del músculo cardíaco», comenta por su parte el Dr. David Ouyang, cardiólogo del Smidt Heart Institute e investigador en la División de Inteligencia Artificial en Medicina.