*Sustituir medicamentos originales por genéricos tampoco es conveniente
*Son prácticas generalizadas y arraigadas que incrementan el gasto de bolsillo en salud por las complicaciones que se generan
Lo caro de los medicamentos y la situación de crisis que se vive en México desde hace más de medio siglo, ha hecho que a través de las redes sociales muchas personas intercambien los sobrantes de las medicinas que les fueron prescritas, lo que puede resultar perjudicial para la salud por los efectos secundarios que pueden provocar en quienes se auto medican.
La automedicación en nuestro país es un problema de salud grave que data de muchos años, y aunque existen claras prohibiciones que deberían desalentar el uso no prescrito de medicamentos de uso delicado como los antibióticos, el intercambio de sobrantes de medicinas a través de las redes sociales pone al alcance de cualquier persona medicamentos que al consumirse de manera libre, sin prescripción, hace que un fármaco resulte perjudicial, porque la diferencia entre un medicamento y un veneno es la dosis.
Esta situación ha provocado que ahora en instituciones de salud pública como el Seguro Social, se suministren a los pacientes el número exacto de pastillas que se deben usar en determinado tratamiento, esto con el fin de eliminar el desperdicio en el suministro de fármacos y que surjan sobrantes que puedan inducir al intercambio de fármacos entre particulares.
Cambiar medicamentos de patente por genéricos otra mala costumbre
Por otra parte, la investigación y la innovación médica aplicadas a los medicamentos hacen que, con cada ajuste o nueva formulación, los tratamientos sean más exactos, efectivos y de mayor durabilidad en su empaque, para que desde el día uno, hasta su fecha de caducidad, tengan el mismo efecto. Incluso, las investigaciones ayudan a que se fabriquen dosis más exactas, es decir, que de un mismo medicamento se tenga una variante de microgramos por tableta para que los pacientes no fraccionen las tabletas, pero otra mala costumbre es la de sustituir en una receta medicamentos genéricos por originales, tan solo por la sustancia activa, pero la formulación puede no ser la misma como tampoco el efecto terapéutico que se puede esperar.
Solo por citar un ejemplo, en algunos casos clínicos la sustitución de un medicamento por un genérico puede no ser conveniente. Por ejemplo, algunas versiones genéricas disponibles no son exactamente bioequivalentes al fármaco de marca registrada (la bioequivalencia determina si un medicamento tiene el mismo efecto terapéutico o eficacia).
Es una realidad que los genéricos se comercializan y se usan comúnmente, no obstante, una pequeña diferencia en la cantidad de principio activo en la sangre puede producir una gran diferencia en la efectividad del fármaco. Cuando se trata de tabletas sustitutas de hormonas, como la hormona tiroidea, los criterios de calidad son muy importantes, por lo que no se recomienda una sustitución del medicamento de patente para el tratamiento, por ejemplo, del hipotiroidismo.