Aunque la convocatoria de la marcha del 27 de noviembre la habían anunciado hasta en los vagones del Metro de la Ciudad de México (CDMX) lo cierto fue que con todo y acarreados en la capital del país desfilaron 1.2 millones de personas, según cifras oficiales, para mostrar su respaldo al Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) las que en términos reales fueron mucho menos de las que desfilaron el pasado 13 de noviembre.

Todo iba bien hasta que, en un descuido de los guardias de seguridad, alguien del público, lanzó un escupitajo al Canciller Marcelo Ebrard, quien no pudo evitar el ataque y se quedó visiblemente sorprendido, mientras los agentes de seguridad buscaban entre la multitud al presunto agresor, que de este modo manchó la celebración de los cuatro años de gobierno de la auto llamada Cuarta Transformación.

Así la marcha de la lealtad se convirtió en la marcha del horror y tras el incidente, las gacelas que protegen la seguridad del Presidente de la República, repegaron sus cuerpos para proteger con ellos la integridad del Primer Mandatario, y resguardarlo lo más que pudieron de posibles ataques, en tanto que elementos de su Ayudantía, trataron de acercar un vehículo blindado para rescatar al Jefe del Ejecutivo Federal, pero la multitud se los impidió.

Finalmente, tras más de cuatro horas de penosa caminata, de saludar de mano a sus seguidores y de recibir diversos escritos, el Presidente de la República, logró llegar al zócalo de la CDMX, donde pronunció un discurso.

ACUDIERON LA MAYORÍA DE LOS DIPUTADOS DE MORENA

Eran aproximadamente las 15:00 horas del domingo 27 de noviembre cuando el Presidente de la República, llegó al Zócalo, acompañado de la mayoría de los legisladores que integran el Grupo Parlamentario del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) en la Cámara de Diputados; de su gabinete legal y ampliado; de su esposa Beatriz Gutiérrez Müller y de sus cientos de miles de seguidores.

PALABRAS DE AMLO EN EL ZÓCALO

En la Plaza de la Constitución se levantó un templete con un pódium, en el que se acomodaron los invitados más distinguidos, en lo que en las redes sociales ya se considera como el acto del despilfarro.

Al hacer uso de la palabra, el Presidente de la Republica, señaló un NO A LA REELECCIÓN, “Nosotros somos maderistas. Sufragio efectivo, democracia efectiva, no reelección”.

“Todo lo realizado se ha hecho desde abajo y con la gente. Se ha dado atención a los pueblos indígenas de México. No se excluye a nadie y se garantizan los derechos individuales y colectivos, pero se aplica el principio de que, por el bien de todos, primero los pobres”.

Dicho esto, el Primer Mandatario enumeró 110 acciones y logros de su gobierno.